La sangría de las oficinas bancarias continúa: en 15 años echan el cierre 28.000

Los ancianos, las personas discapacitadas y los habitantes de la España vaciada son los grandes damnificados por la exclusión financiera

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Una persona en un cajero automático junto a una sucursal de Caixabank en Barcelona. (REUTERS/Nacho Doce)
Una persona en un cajero automático junto a una sucursal de Caixabank en Barcelona. (REUTERS/Nacho Doce)

El cierre de oficinas bancarias que se inició en 2008, en plena crisis financiera, continúa, aunque a menor ritmo. En 15 años se han cerrado 28.059 sucursales debido a la concentración bancaria, al impulso de la digitalización en el sector y a la necesidad de las entidades de recortar gastos y mejorar sus márgenes en un entorno de tipos de interés al cero por ciento. Este proceso ha reducido el número de sucursales bancarias que operan en el país a 17.652, según los últimos datos del Banco de España.

Ahora el contexto es otro. El escenario bancario europeo ha cambiado de forma radical desde julio del pasado año en que el Banco Central Europeo (BCE) decidió dar un giro de timón a su política monetaria y subir los tipos de interés para frenar la inflación, hasta colocarlos en el 4,25%. Este cambio no ha acabado con el cierre de sucursales. Así, según datos del supervisor español, entre el 1 de abril de 2022 y el 31 de marzo de este año, 903 sucursales dieron el cerrojazo, a pesar de los beneficios récord que han tenido las entidades durante este periodo.

Solo en el primer semestre de este año los seis grandes bancos españoles —Santander, BBVA, CaixaBank, Bankinter, Sabadell y Unicaja Banco— sumaron beneficios netos conjuntos de 12.386 millones de euros, un 20,2 % más de lo anotado en el mismo periodo del año pasado, debido a la mejora de sus márgenes.

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Tras estas cifras en máximos históricos, los analistas vaticinan que los cierres y los ERE masivos no se repetirán, a menos a corto plazo. No obstante, prevén más ajustes, pero menores, debido a que los bancos han ganado en eficiencia y a los buenos resultados obtenidos en los últimos semestres.

Al cierre de sucursales se ha sumado el de cajeros automáticos. Según la Asociación Española de Banca (AEB), el número de cajeros clausurados desde diciembre de 2021 a diciembre de 2022 aumentó un 5,1%, lo que supuso 2.406 menos. Ahora suman 45.233, un 27% menos de los que había al iniciarse la crisis financiera de 2008.

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Los excluidos

Los grandes damnificados por el cierre de oficinas y cajeros son los usuarios de estos servicios que, en muchos casos, se ven abocados a la exclusión financiera. Fuentes de la asociación de consumidores Facua consideran que “la reestructuración y la reformulación del negocio bancario ha dejado en suspenso la atención personalizada a los clientes bancarios”, lo que ha generado “importantes barreras de acceso a estos servicios” y ha “ensanchado” la brecha digital para muchos colectivos, entre ellos, el de los mayores y el de las personas con discapacidad que no sepan utilizar las herramientas digitales para acceder a la operativa bancaria. A juicio de Facua, “estos grupos quedan excluidos de los servicios financieros al no disponer de una atención personal y accesible”.

También desde la Asociación de Usuarios de Servicios Financieros (Asufin) reconocen que la atención personalizada en sucursales lleva una década “deteriorándose”. Datos de la asociación reflejan que en 2008 cada oficina bancaria daba cobertura a algo más de 1.000 personas, mientras que en 2021, atendían a más de 2.200. También la retirada de cajeros ha provocado que, si en 2008 cada unidad daba servicio a 741 personas, en 2021 esta cifra se elevara a 970.

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Los problemas se acrecientan en la España vaciada en la que muchos municipios carecen de oficinas bancarias y de cajeros automáticos. Así, datos del Banco de España señalan que cerca de 4.700 pueblos, de los 8.131 que conforman el país no tienen sucursales.

Por comunidades, Castilla y León es una de las que peor situación soporta con 1.215 oficinas y sus nueve provincias liderando el ranking de mayor porcentaje de municipios sin bancos. A la cabeza está Palencia, en que la tasa de municipios sin sucursal se eleva al 91,1%.

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