Cuando George Lucas estaba desarrollando la serie animada Las Guerras Clon, que vendría a ocupar el espacio entre El ataque de los clones y La venganza de los Sith, le dijo a Dave Filoni, quien se iba a ocupar del proyecto, que Anakin Skywalker necesitaba tener un padawan. ¿Y por qué no una padawan? El creador de la saga se dio cuenta de que sus hijas necesitaban tener un referente femenino dentro del mundo Jedi. Los tiempos estaban cambiando, y la mitología de Star Wars tenía que evolucionar con ellos.
Así nació Ahsoka Tano, que se llamó así en honor al emperador indio Ashoka Vardhana, cuya ortografía fue alterada por el guionista Henry Gilroy para darle un toque distintivo y único. Desde el momento de su nacimiento, Dave Filoni siempre ha estado junto a esta nueva heroína, construyendo su pasado, configurando su personalidad, marcado sus rasgos de estilo, de manera que poco a poco fue ganando entidad dentro del universo y constituyéndose como un personaje icónico, quizás de los más complejos y ricos de toda esta corriente expansiva que ahora adquiere una nueva dimensión gracias a esta serie que lleva su nombre.
La serie con más protagonistas femeninas de la saga
Rosario Dawson se hizo cargo del personaje en esta nueva etapa en imagen real y su primera aparición tuvo lugar en The Mandalorian, para después reaparecer en El libro de Boba Fett. Precisamente Ahsoka continúa su historia a partir de este punto y ya desde los primeros compases, como hacían las trilogías originales de Lucas, se nos sitúa y se explica el contexto. La misión fundamental es encontrar al desterrado Gran Almirante Thrawn, que sería fundamental para que el Imperio volviera a tomar el control de la galaxia, pero este personaje también sería la clave para localizar a Ezra Bridger, compañero Jedi desaparecido desde su enfrentamiento en la batalla de Lothal.
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Ahsoka no estará sola, contará con la ayuda otras dos mujeres de armas tomar, la general de la Nueva República Hera Syndulla (Mary Elizabeth Winstead), que ofrece la otra cara del ejército, normalmente masculino, y Sabine Wren (Natasha Liu Bordizzo), madaloriana de origen y antigua padawan de Ahsoka que no terminó su adiestramiento por una serie de diferencias personales. Ahora las tres juntas se unirán contra Morgan Elsbeth (Diana Lee Inosanto), una de las últimas Hermanas de la Noche que planea traer de vuelta a Thraw junto a un antiguo Jedi, Baylan Skoll (Ray Stevenson, recientemente fallecido) que, aunque sobrevivió a la masacre de la Orden 66, se convirtió en un mercenario y ahora también tiene a su propia aprendiz, Ivanna Sakhno (Shin Hati) ya instruida directamente en las artes oscuras de la Fuerza.
Recogiendo el espíritu original de George Lucas
En los últimos tiempos hemos sentido una especie de insatisfacción con algunos de los sin-offs que han ido apareciendo del universo Star Wars, sobre todo a raíz de Obi-Wan Kenobi, que nos devolvía a Ewan McGregor y a Hayden Christensen en sus respectivos papeles, pero cuyo resultado fue decepcionante. Andor, con Diego Luna, sí que estuvo a la altura de las expectativas, era diferente y tenía muchísima personalidad, así como la misma energía que Rogue One, de la que partía, que consiguió dotar de un soplo de aire fresco a los nuevos episodios e historias paralelas.
Ahora, Ahsoka tiene la virtud de recoger directamente el testigo de la saga creada por George Lucas. Si The Mandalorian tenía un aroma a western galáctico aventurero, en esta ocasión parece como si nos introdujéramos en los mismos códigos que habían presidido Star Wars, en su misma atmósfera, en su lenguaje intrínseco, su espíritu de space opera. Ahsoka es digna heredera, por fin, de toda la tradición legendaria.
Además, encontramos una mayor precisión visual en sus imágenes, un trazo narrativo más concreto y hay elementos nuevos que pasarán a convertirse en clásicos, como esos gatos que parecen un cruce entre Totoro y Teto, la mascota de Nausicäa. De hecho, quizás la mayor referencia externa de la serie precisamente sea Hayao Miyazaki, así como su obra La princesa Mononoke. También conceptos inéditos que podrían expandir el universo, un tema del que no se ha parado de hablar en redes sociales, como es la existencia de nuevas galaxias, como la ruta Peridea, que nos llevaría a otra órbita y abriría los límites del mundo hasta ahora descrito.
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