¿Perjudicará la IA al empleo? La ocupación y los salarios reaccionan peor en España que en la UE

Un informe publicado por el Banco de España constata que los trabajos con mayor exposición a la inteligencia artificial se relacionan con aumentos del empleo en la UE, pero el impacto difiere en España, con pérdidas de empleo en las ocupaciones menos cualificadas y ligeros descensos de salarios

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Un chip con inteligencia artificial ayuda a una persona tetrapléjica a recuperar movilidad (Feinstein Institutes for Medical Research).
Un chip con inteligencia artificial ayuda a una persona tetrapléjica a recuperar movilidad (Feinstein Institutes for Medical Research).

La irrupción de la inteligencia artificial (IA) está transformando el mercado laboral y el debate sobre sus efectos empieza a extenderse, aunque hay poca evidencia científica al respecto. En este contexto, el Banco de España (BdE) ha publicado este martes un documento de trabajo que examina el impacto de la inteligencia artificial y el software en la ocupación y los salarios y constata efectos dispares en los 16 países europeos analizados.

El informe, firmado por los economistas Stefania Albanesi, António Dias, Juan F. Jimeno, Ana Lamo y Alena Wabitsch, constata que, en el promedio de los países estudiados, las ocupaciones más expuestas a la IA aumentaron más el empleo entre 2011 y 2019. En cuanto a los salarios, el documento halla una correlación neutra o ligeramente negativa en las ocupaciones más expuestas a la IA. No obstante, España anota peores resultados que la media en casi todas las variables medidas.

Según el índice de Webb, las ocupaciones más expuestas a la IA en España presentaron una relación ligeramente negativa con los salarios relativos. Es decir, que descendieron algo más en el periodo estudiado en comparación con un escenario en el que no hubiera influido la IA (-0,015 puntos porcentuales) mientras que en el promedio de los países europeos del estudio la vinculación es neutra. Según el segundo índice utilizado en el informe, el de Felten et al., la correlación es algo negativa tanto en España como en el promedio de los países de la UE.

En cuanto a la intensidad del empleo, España se sitúa por detrás del promedio con ambos índices. Aumentó en los trabajos más expuestos a la IA en 0,053 puntos según el índice de Webb, pero descendió ligeramente según el índice de Felten et al (-0,04). En contraste, el promedio de las 16 naciones europeas es positivo en ambos índices, de 0,104 puntos en el primero y de 0,174 puntos en el segundo.

España se encuentra así entre los países con resultados más modestos, pero hay otros que destacan con peores datos. Es el caso de Grecia, Lituania e Irlanda, que muestran las relaciones más negativas en los distintos índices en cuanto a la creación de empleo. En el caso de los salarios, los autores señalan “algunas excepciones notables” en las cuales una mayor exposición a la IA se asocia con incrementos tanto de la ocupación como en los salarios: Austria, Portugal y Letonia según el indicador de Webb y Alemania y Finlandia de acuerdo con el indicador de Felten et al.

La IA afecta a trabajos con baja y media cualificación en España

Según explican los autores, el empleo crece más en el caso de las ocupaciones con una proporción mayor de jóvenes y de trabajadores con mayor cualificación profesional, algo que se aprecia en los resultados del estudio, que además son coherentes con la teoría del cambio tecnológico sesgado por las habilidades.

Según el índice de Webb, España registra una relación más positiva en el aumento del empleo con exposición a la IA en trabajadores de mediana edad y con altas habilidades tecnológicas, mientras que hay una relación negativa en trabajadores con cualificación media y baja. No obstante, con el índice de Felten los efectos negativos se extienden a todos los niveles de cualificación.

En cuanto a la heterogeneidad por países, el informe la atribuye al distinto ritmo de difusión de la tecnología y a la educación, aunque también a la legislación laboral. De esta manera, el impacto positivo en la ocupación de la IA se produce más en los países que mejores puntuaciones tienen en el Digital Economy and Society Index publicado por la Comisión Europea y en los que están más expuestos a la tecnología y de manera más temprana.

Por otra parte, los autores concluyen que la rigidez en la regulación del mercado laboral puede retrasar la difusión tecnológica o suavizar su impacto en el aumento del empleo. A esto se suma la calidad educativa, ya que hay una correlación positiva entre unos mayores niveles en las cifras de PISA publicadas por la OCDE y la repercusión en el empleo.

La mitad de los españoles cree que la IA aumentará el desempleo

La opinión de la población de España respecto a la IA es diversa, aunque más de la mitad (el 54%) considera que el aumento de robots y sistemas automáticos de trabajo provocará un aumento del paro, según un informe del Ministerio de Asuntos Económicos publicado en 2022. El 28% cree que no habrá cambios y otro 14% opina que se crearán más puestos de trabajo, siendo los hombres más optimistas que las mujeres en este último caso.

Desde el mundo empresarial se incide en que los trabajadores no están capacitados para hacer frente a la IA y a la automatización. Así lo afirma un estudio publicado este lunes por IBM según el cual el 39,4% de la fuerza de trabajo de España necesitará nueva capacitación en opinión de los ejecutivos encuestados.

La economista Laura Pérez, de la Universidad Autónoma de Madrid, considera que la IA y la automatización podría aumentar la productividad, pero también es probable que destruya parte del empleo. “La desigualdad entre quienes tienen formación y capacidad de adaptación en un entorno enormemente digitalizado y quienes no tienen acceso a herramientas, habilidades y conocimientos digitales, ya sean empresas o trabajadores, marcará la evolución del mercado laboral y de la sociedad”, opina en un artículo en The Conversation.

También en esta plataforma, el economista Agustín Segarra, de la universidad pública de Tarragona, opina que las innovaciones vinculadas a la IA pueden provocar una reducción en el número de trabajadores, lo que resultaría en una “caída de las rentas laborales y una mayor desigualdad en el reparto de las rentas”. Su tesis es que de la misma manera que la digitalización y la automatización de las últimas décadas provocó la sustitución de trabajadores no cualificados por máquinas, “la irrupción de la IA generativa afectará tanto a la mano de obra cualificada como a la no cualificada”.

Frente a estos avisos hay otras visiones más optimistas que consideran que habrá un desplazamiento de los trabajadores a tareas de más cualificación mientras la tecnología hará otras funciones rutinarias. “Todo indica a que, en este caso, la creación de empleo será mayor que la destrucción que se produzca (...) va a haber trabajos nuevos por los que tendremos que preocuparnos y tomar medias”, declaró la investigadora Amparo Alonso en una entrevista con Infobae España.

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