Llega septiembre y con el otoño España iniciará una campaña de vacunación contra la covid-19 con el fin de estabilizar el control del virus que circula por el mundo desde 2020. Pese a las nuevas variantes y las oscilaciones de subida y bajada de contagios, la pandemia ha quedado relativamente controlada por el momento y a partir de ahora las formas de afrontar el coronavirus cambiarán respecto a etapas anteriores.
Mario Fontán, experto en Salud Pública e integrante del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) en un plan de seguimiento de la pandemia, asegura que “la tendencia es seguir la misma estrategia que frente a la gripe”, ya que la situación ha cambiado: “En su momento tenía sentido, por el contexto de la enfermedad y la saturación de los hospitales, ofrecer a toda la población una vacuna, incluso una dosis de refuerzo, pero ahora es momento de pasar a una recomendación específica a grupos de alto riesgo”, asevera el epidemiólogo.
Por tanto, este año la campaña de vacunación será mucho más parecida a la de otros virus estacionarios como la gripe. La vacuna no será recomendada para todo el mundo y se restringe a ciertos grupos de población, aunque todo aquel que quiera recibir una dosis podrá acudir a su médico de cabecera y solicitarla.
Estas son las personas que serán vacunadas por covid-19
El Ministerio de Sanidad, en un documento de recomendaciones de vacunación frente a gripe y covid-19 en la temporada 2023-2024 aprobado por la Comisión de Salud Pública estima que deben ser vacunados los siguientes grupos de población:
1. Personas de 60 años o más.
2. Personas de 5 años o más internas en residencias de mayores y centros de discapacidad, así como otras personas institucionalizadas de manera prolongada y residentes en instituciones cerradas.
3. Personas menores de 60 años de edad con las siguientes condiciones de riesgo: diabetes mellitus y síndrome de Cushing; obesidad mórbida (índice de masa corporal ≥40 en adultos, ≥35 en adolescentes o ≥3 DS en la infancia); enfermedades crónicas cardiovasculares, neurológicas o respiratorias, incluyendo displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma; enfermedad renal crónica y síndrome nefrótico; hemoglobinopatías y anemias o hemofilia, otros trastornos de la coagulación y trastornos hemorrágicos crónicos, así como receptores de hemoderivados y transfusiones múltiples; asplenia o disfunción esplénica grave; enfermedad hepática crónica, incluyendo alcoholismo crónico; enfermedades neuromusculares graves Recomendaciones de vacunación estacional 2023-2024; inmunosupresión (incluyendo las inmunodeficiencias primarias y la originada por la infección por VIH o por fármacos, así como en los receptores de trasplantes y déficit de complemento); cáncer y hemopatías malignas; fístula de líquido cefalorraquídeo e implante coclear o en espera del mismo; enfermedad celíaca; enfermedad inflamatoria crónica; trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva como síndrome de Down, demencias y otras.
4. Embarazadas en cualquier trimestre de gestación y mujeres durante el puerperio (hasta los 6 meses tras el parto y que no se hayan vacunado durante el embarazo).
5. Personas convivientes con aquellas que tienen alto grado de inmunosupresión: en general se refiere a trasplantadas de progenitores hematopoyéticos, trasplantadas de órgano sólido, insuficiencia renal crónica, infección por VIH con bajo recuento de CD4 (<200 cel/ml), algunas inmunodeficiencias primarias) y aquellas sometidas a ciertas terapias inmunosupresoras. También se podrán incluir convivientes de personas con otras enfermedades de mayor riesgo y mayores
El sistema de vigilancia del Ministerio de Sanidad ha detectado un aumento de casos covid, ya que la tasa en Atención Primaria es de 99,4 casos por cada 100.000 habitantes, con un aumento desde la semana anterior, cuando se situó en 30 casos por 100.000 habitantes. La presión hospitalaria, clave para tomar medidas, no representa un problema, y la tasa de hospitalización se coloca en 1,7 casos por 100.000.
¿Hay que preocuparse de las nuevas variantes de la covid?
En las últimas cinco semanas, la predominancia de las variantes del coronavirus en las últimas cinco semanas tiene a una nueva derivación de ómicron, XBB.1.5-like+F456L como principal, presente en el 30% de los casos diagnosticados, aunque este año ha sido dominada por las variantes BQ.1 (32%), XBB.1.5 (31%) y BA.5 (9%).
Sin embargo, Fontán advierte de “una obsesión exagerada a la hora de distinguir entre variantes, ya que luego la relevancia clínica es menor respecto a las variantes de la gripe”. Esta idea compite contra la creencia generalizada de que es urgente readaptar las vacunas a las nuevas variantes, sin duda un objetivo, pero que no resta a la realidad: que las actuales vacunas demuestran ser eficaces dado que las mutaciones del virus no presentan grandes cambios. “Es interesante trasladar la idea de que una vacuna esté adaptada no quiere decir que sea muchísimo mejor para evitar un ingreso hospitalario. Lanzar el mensaje de que solo las adaptadas son las válidas no es del todo correcto, porque las vacunas anteriores también presentan efectividad”, sentencia el experto.
Aun así, Sanidad “espera disponer de las nuevas vacunas adaptadas para antes de que comience la temporada” para que estén adaptadas contra la subvariante XBB 1.5. Esta continua actualización también ocurre con la gripe, ya que los virus que están en circulación mutan repetidamente para sobrevivir.
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