El PP no descarta a los independentistas de la ronda de negociaciones y solo deja expresamente fuera a Bildu

El Partido Popular está rodeado de interrogantes este martes, después de que el rey Felipe VI haya encargado a Alberto Núñez Feijóo ir a la investidura. Varios dirigentes del Partido Popular han salido desde primera hora de la mañana a explicar en los medios de comunicación la estrategia que tiene el PP para enfrentarse a una investidura que se espera fallida por falta de apoyos. Según han indicado, pretenden hablar con todas las fuerzas, descartando únicamente a EH Bildu, para que les permitan gobernar en solitario.

“Son 172 (escaños) contra 151 de Sánchez. Se abre un proceso ahora y el PP puede hablar con los grupos”, ha señalado el coordinador del PP, Elías Bendodo, en una entrevista en la Cadena SER. Para lograrlo, el PP pide más tiempo.

Mientras Bendodo ha reconocido que ve complicado dialogar con Junts para una investidura porque Puigdemont se sitúa “fuera de la Constitución”, otros miembros de la cúpula del PP, como Esteban González Pons, Cuca Gamarra o Borja Sémper no han descartado el diálogo con las fuerzas independentistas, incluyendo a Junts.

Te puede interesar: El reto de Feijóo un mes después del 23-J: una investidura sin fecha y a la espera de un milagro con el PNV

Pons y Gamarra han sido claros al afirmar que hablarán “con todos, menos con Bildu”, aunque Pons ha reconocido que un gobierno con Vox y con Junts es “imposible”. “El PP se mueve en el marco de la Constitución, vamos a escuchar las pretensiones de todos, pero tenemos límites constitucionales”, ha apuntado. El PP no termina de ser preciso con las negociaciones que comenzarán el próximos lunes: por un lado, no descarta que Junts se siente a la mesa, pero a la vez lo enmarca fuera de la Constitución.

Feijóo llamará la próxima semana a los diferentes portavoces de los grupos, que ya estarán constituidos, con el fin de intentar sacar adelante la investidura del PP. Reconocen que lograr será “dificilísimo” porque el PP no está dispuesto “a cualquier cosa por gobernar”. Con todo, dará un paso más y hablará con los partidos que no son sus “socios naturales” sino que están “pasada la raya del hemiciclo”, empezando por el PSOE, a quienes les tienden la mano para ponerse de acuerdo.

“Vamos a hablar con todo el mundo, no vamos a estar en la investidura como un trámite insustancial ni publicitario, sino con todas las de la ley”, ha señalado Pons, que, como el resto de su partido, no quiere que la investidura se siga percibiendo como fallida, por lo que el diálogo con los grupos es su tabla de salvación. El único que ha hablado de que esta investidura también merecería la pena como “apelación política” ha sido Borja Sémper en una entrevista en EsRadio.

El PP también cree que volver a las urnas puede ser preferible para los españoles, por encima de un gobierno con “Junts, Bildu, el referéndum y la amnistía”. Aunque lo más razonable, a su juicio, es que el PP y el PSOE se pusieran de acuerdo, por lo que ofrecerán, en primer lugar, un acuerdo a los socialistas.

Conscientes de que está en manos de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, comunicar la fecha de la investidura, el PP reclama un tiempo “razonable” para negociar con el resto de grupos. “Si consideramos el intento de investidura como un trámite, lo podemos hacer mañana y liquidamos, hacemos los discursos y pasamos a lo que les interesa a los socialistas (...) Si nos tomamos en serio la investidura, aunque no consigamos el objetivo, hay que dar un tiempo razonable”, ha argumentado el vicesecretario institucional del partido.

Gamarra también ha rechazado las “prisas” y ha abogado por “optar por lo correcto”. “Debe tomarse el tiempo que sea necesario para llevar a cabo las rondas. Feijóo ya dijo que empezaría el lunes”, ha asegurado.

Seguir leyendo: