¿Recuerdan el programa de El jefe infiltrado? Pues se ha hecho realidad. Tras más de 15 años trabajando en Lufthansa, el CEO de la compañía aérea, Jens Ritter ha decidido trabajar como azafato durante una semana de agosto con el fin de acercarse a la experiencia de sus trabajadores y conocer otros puntos de vista. Así, Ritter ha querido dar servicio a los pasajeros para ayudar al equipo de azafatas y azafatos del vuelo y además también para conocer el servicio de la aerolínea de primera mano.
“¡A veces, necesitas cambiar las perspectivas para obtener nuevos conocimientos! Esta semana, acompañé a nuestra tripulación de vuelo de Lufthansa Airlines que se dirigía a Riad y Baréin como “miembro adicional de la tripulación”. ¡Qué paseo!”, apuntaba el directivo en su cuenta de LinkedIn.
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Tras las horas que estuvo atendiendo, primero a los pasajeros de clase business en el trayecto a la capital saudí, Riad, y después, a los de económica en la vuelta a Frankfurt, el ejecutivo afirmó que le había sorprendido lo mucho que hay que organizar, especialmente si algo no sale según lo planeado. “Por ejemplo, las comidas ofrecidas en las tarjetas del menú no eran exactamente las comidas cargadas a bordo” señaló.
Antes de ser alto ejecutivo de la compañía, Ritter trabajó durante años dentro de la aerolínea. El actual CEO de Lufthansa comenzó su carrera como piloto en 2000, volando principalmente en los Airbus A330 y A340, antes de empezar a desempeñar cargos directivos. “Solía volar como piloto, así que pensé que sabía sobre los desafíos que conlleva un vuelo durante la noche. Pero estar presente, atento y encantador, cuando el reloj biológico solo te dice que duermas, era algo completamente diferente. La tripulación fue excelente y me dio la bienvenida a su equipo de inmediato” sentencia tras esta experiencia.
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Y parece que infiltrarse dentro de su plantilla y experimentar cómo es el día a día en un vuelo ha tenido sus consecuencias. En el mismo post de LinkedIn, Ritter señalaba que esta experiencia ha sido enriquecedora y que le ha hecho cambiar de perspectiva. “Decidir las cosas en la oficina será diferente después de sentir realmente las decisiones a bordo” concluye.
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