Los motivos que llevan a Casillas a pedir la “dimisión” de Rubiales se remontan a 2020 (y no tienen nada que ver con el beso a Hermoso)

El exguardameta decidió presentarse a las elecciones a presidente de la Federación Española de Fútbol, pero retiró su candidatura al considerar que el proceso electoral “era injusto”

Foto de archivo de Iker Casillas (Europa Press).

El beso de Rubiales a Jenni Hermoso durante la celebración del Mundial femenino conquistado por España ha situado al presidente de la Federación en el ojo del huracán. Hasta tal punto que Yolanda Díaz, líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, ha pedido su dimisión, mientras que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, no acepta sus disculpas. “Son insuficientes e inadecuadas”, explicó durante la recepción en Moncloa a las campeonas del mundo.

Desde que España consiguió la estrella en Australia, el comportamiento de Rubiales ha estado fuera de control, y por ello, las críticas van más allá de las esferas políticas. Iker Casillas, exportero del Real Madrid y Oporto, fue mordaz en redes sociales. “A ver, que yo me entere: ¿Entonces alguien ha dimitido o no? Qué ando perdido…”. Publicó acompañado de un Gif de John Travolta confundido. El mensaje cobra mayor relevancia si retrocedemos en el tiempo a febrero de 2020, cuando Casillas anunció su candidatura a la presidencia de la Federación Española de Fútbol.

El adelanto de las elecciones y el Pacto de Viana, tumbaron a Casillas

“Sí, me presentaré a la Presidencia de la RFEF cuando se convoquen las elecciones. Juntos vamos a poner nuestra Federación a la altura del mejor fútbol del mundo: el de España”. Con estas palabras anunció Iker Casillas una candidatura que, desde el primer momento, contó con el apoyo de gran parte de la opinión pública y de Javier Tebas, presidente de LaLiga y antagonista a Rubiales. Esto ponía contra las cuerdas al presidente que solicitó al Consejo Superior de Deportes el adelanto de las elecciones previstas para 2024.

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El gesto de Rubiales antes del polémico beso tras el título de España en el Mundial Femenino

Irene Lozano, presidenta de dicha institución, aceptó la petición con el fin de “dar estabilidad al organismo que aspira a impulsar la candidatura al Mundial 2030″ y los comicios se llevaron a cabo en septiembre de 2020. La decisión de adelantar las elecciones fue mal recibida en el entorno de Casillas –quería más tiempo para preparar bien su candidatura–, aunque este afirmó que seguía adelante con su idea de presentarse. El adelanto también fue criticado por Javier Tebas, presidente de la LaLiga.

“No se ha apostado por un proceso electoral justo”

No obstante, la candidatura de Casillas sufrió otro duro golpe cuando Rubiales, una vez conocida la intención del exguardameta de presentarse a las elecciones, selló en abril de 2020 el Pacto de Viana junto al CSD, LaLiga y la RFEF por el que la patronal inyectaría unos 50 millones de euros anuales al fútbol no profesional y al resto de federaciones territoriales durante los próximos cuatro años. Dicho pacto dejaba un escenario complicado de levantar para Casillas, ya que debía enfrentarse a un sistema de 139 votos controlados en su gran mayoría por los 19 presidentes territoriales que con el Pacto de Viana tendrían mayores ingresos.

Bajo esta situación, Iker Casillas decidió poner fin y retirarse de la carrera electoral meses después. “Quería un proceso electoral justo, transparente y realmente participativo, y en esta ocasión creo que no se ha apostado por ello. Espero que en las próximas elecciones se pueda dar, conmigo o con otros candidatos”, denunció Casillas. Esto supuso que Rubiales saliera reelegido debido a que no hubo ninguna candidatura más.

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