La histórica victoria de la Selección Femenina de Fútbol frente a Inglaterra en la final del Mundial se ha visto ‘empañada’ por una polémica que nada tiene que ver con el deporte. Tras el partido, cuando las futbolistas de La Roja pasaban por la tribuna de honor para recibir la felicitación de las autoridades —entre las que se encontraban la reina Letizia y la Infanta Sofía— Luis Rubiales, presidente de la RFEF ‘se dejaba llevar’ por la euforia y sorprendía a la jugadora Jennifer Hermoso con un beso en los labios.
Un gesto que ha desatado una oleada de críticas sin precedentes y que ha ‘obligado’ a Rubiales a disculparse públicamente: “Hay un hecho que tengo que lamentar y es todo lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo, con una magnífica relación entre ambos, al igual que con otras, y donde, pues seguramente, me he equivocado. Lo tengo que reconocer, porque en un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe, ocurrió lo que ocurrió, de manera muy espontánea, sin mala fe por ninguna de las dos partes. A partir de ahí, aquí no se entendía. Lo veíamos algo natural, normal, y para nada con ninguna mala fe.
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Pero fuera parece que se ha formado un revuelo. Desde luego, si hay gente que se ha sentido por esto dañada, tengo que disculparme, no queda otra” ha explicado en un vídeo difundido por la Federación, entonando un ‘mea culpa’ que no ha convencido a casi nadie y que no ha acallado las miles de voces que piden la dimisión del presidente de la RFEF.
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Un beso al que Jenni Hermoso reaccionó minutos después de que se produjera; durante la celebración del Mundial con sus compañeras en el vestuario, la madrileña reconoció que el gesto de Rubiales no le había hecho ninguna gracia: “Eh, no me ha gustado. ¿Pero qué hago yo?” aseguraba, quitándole hierro al asunto para que no empañase la histórica victoria de La Roja.
Sin embargo, el tema continúa coleando y muchos tachan el beso de agresión sexual y violencia machista, exigiendo la dimisión del presidente de la RFEF y anunciando medidas legales en su contra por su polémico comportamiento. Y es que no solo besó a la jugadora, sino que hizo gestos obscenos durante la final en presencia de la reina Letizia, llevándose las manos a sus partes nobles y desatando una oleada de críticas.
Participa en la celebración de la Selección
Ajena a su beso ‘robado’ con Rubiales, Jenni Hermoso ha disfrutado como la que más de la celebración del Mundial a su llegada a Madrid este lunes. Sin dejar de reírse en ningún momento, derrochando complicidad con todas sus compañeras y destapándose como una ‘showwoman’ que bailó, cantó y animó a los miles de aficionados que no se han querido perder la gran fiesta del fútbol femenino, la jugadora ha esquivado la polémica dejando claro que no era el momento de hablar del asunto.
“Estoy muy bien, muy contenta, muy feliz. Todo lo que he podido soñar lo he cumplido hoy. Ya puedo estar tranquila durante mucho tiempo” ha confesado pletórica, dedicando el título “a toda mi familia que está aquí conmigo”.
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Orgullosa por lo que ha logrado con sus compañeras, y agradeciendo el gesto de la reina Letizia de viajar hasta Australia para animarlas en la final -”al final es lo que necesitamos y para nosotras es un orgullo” ha afirmado- Jenni ha confesado que “no hace falta decir mucho más que lo que han visto hoy” a la afición para que continúen apoyándolas y el fútbol femenino tenga la importancia que se merece: “Sea lo que se va a quedar y que* una imagen vale más que mil palabras” ha explicado en referencia a las más de 20.000 personas que han salido a las calles de Madrid para celebrar el Mundial.
Sin querer pronunciarse sobre el ‘perdón’ de Rubiales por su beso, la jugadora ha preferido no pronunciarse sobre el tema ni revelar si está molesta con el presidente de la RFEF. “Somos campeonas del mundo, ¿no? Ahora mismo creo que* es demasiado ahora” ha zanjado, esquivando la polémica.
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