Las administraciones públicas han intensificado el gasto en educación en los últimos años, lo que ha permitido recuperar el terreno perdido tras la crisis financiera en términos generales. Sin embargo, la mayor inversión pública no ha frenado el trasvase de estudiantes a centros privados y concertados, que comenzó en torno al año 2014 y es ya muy acusado en algunas comunidades autónomas, como País Vasco y Madrid.
Según los últimos datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional referidos al gasto en la educación pública y privada, el desembolso público en educación ascendió al 4,94% del PIB tanto en 2020 como en 2021. Esto supone siete décimas más sobre el PIB que en 2019 y un total de 59.657 millones de euros en el último año con datos si se incluyen los capítulos financieros.
Aunque el porcentaje está influido por el hundimiento de la economía tras la pandemia, la tendencia se reafirma al observar el gasto medio por alumno, que también crece según los datos del Sistema Estatal de Indicadores de la Educación. Se situó en 6.622 euros anuales en 2020, último dato disponible, y supone la cifra más elevada de la última década.
En paralelo, el sistema educativo español ha ido ganando alumnos, pero el reparto cae cada vez más del lado de los centros privados o concertados. Según los datos del ministerio, el 31,6% de los alumnos del curso 2022-2023 se matriculó en un centro privado o concertado, un total de 3,17 millones de personas de enseñanzas universitarias e inferiores.
El número de matriculados en centros públicos ascendió a los 6,86 millones, una cifra que se mantiene con pocas variaciones año tras año mientras crecen los matriculados en la enseñanza privada. De hecho, hace siete cursos (en el 2015-2016) el porcentaje de alumnos en centros privados era el 29,48% y ha ido aumentando levemente todos los años hasta llegar a la cifra actual.
La privada ya capta a la mitad de los alumnos de máster
Más allá de esta tendencia general, hay diferencias por niveles educativos. En las enseñanzas no universitarias (infantil, primaria, secundaria, FP, etc.) el 33,09% fueron a centros privados en el último curso, mientras que entre el alumnado universitario de grados y ciclos el porcentaje solo ascendió al 20,56%. Entre las enseñanzas no universitarias, la educación privada predomina en los ciclos formativos de grado medio y superior a distancia, con más del 50% de los alumnos, y en la educación infantil de primer ciclo, con el 46,87% de los estudiantes.
El universitario es el sector en el que más popularidad ha ganado la privada en los últimos años. En el curso 2015-16 la privada solo tenía el 13,5% de los alumnos de grado y el 32,53% de los alumnos de másteres. Actualmente, la universidad privada ya ha igualado a la pública en este nivel educativo con la mitad de los alumnos matriculados (el 49,51%). Donde menos fuerza tiene la enseñanza privada es en los doctorados, que solo reúnen al 6,07% del total de los alumnos matriculados en este nivel.
El auge económico de la enseñanza con algún tipo de privatización se constata tanto en el número de centros nuevos como en el aumento de financiación que reciben por parte de las administraciones públicas. Según el Ministerio de Educación, el gasto público en conciertos y subvenciones a la enseñanza privada ha crecido un 4,37% entre 2021 y 2020 y un 9,46% respecto a 2019.
Por comunidades, las que más presupuesto público de enseñanza transfieren a la privada son País Vasco (25,5%), Madrid (19,3%), Navarra (18,3%) y Cataluña (17,8%), prácticamente las que más alumnos tienen en este tipo de centros. A la vez, son los hogares de estas mismas comunidades son los que más gastan en enseñanza, según la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE: 759 euros medios por hogar en el País Vasco, 735 en Cataluña y 727 en Madrid.
Asturias y Madrid, las que menos gastan en educación per cápita
Según los datos del Observatorio de Información Económico-Financiera de la AIReF, las regiones que menos han gastado en educación en 2022 han sido Asturias y Madrid. En concreto, Asturias ha desembolsado 941 euros per cápita y Madrid 960, mientras que la media de las comunidades de régimen común es 1.099. En el lado opuesto se sitúan País Vasco y Navarra, con un gasto per cápita de 1.564 euros y de 1.388 euros, respectivamente.
La Comunidad de Madrid siempre ha estado por debajo de la media en inversión educativa y es la que menos gasta en los alumnos no universitarios de los centros públicos, el segmento más numeroso en la enseñanza y el que abarca las etapas de educación obligatoria. En el último curso, los centros privados de Madrid reunieron al 43,23% de los alumnos universitarios y de niveles inferiores, aunque la cifra asciende al 45,79% en el País Vasco y al 65,69% en La Rioja, que tiene un peso muy importante de másteres y grados privados. Aunque Asturias tiene un gasto per cápita reducido, solo tiene al 24,31% del alumnado en la educación privada.
El auge de la educación privada en Madrid combinada con una financiación pública reducida podría estar provocando que se produzca “segregación” en los centros, según apuntan distintos estudios y algunos economistas. Un ejemplo es el artículo de Esade y Save the Children publicado en 2021. Según los autores, este fenómeno, que consiste en que se concentre un cierto tipo de alumnado en los mismos centros educativos, ha crecido “de forma muy notable” en Madrid en los últimos años y es ya “la comunidad autónoma con mayor segregación”.
En la misma línea se manifestó el economista Jesús Ruiz-Huerta en unas jornadas recientes organizadas por la Fundación 1º de Mayo de CCOO sobre fiscalidad: “Me preocupa que vayamos en dirección a una sociedad segmentada. Los colectivos de rentas medias están abandonando el sistema educativo en Madrid”, aseguró. En esta idea ahondó Santiago Lago, economista de Funcas: “Para que una sociedad esté cohesionada necesitamos que a los colegios públicos vayan niños de estratos sociales muy diferentes y vemos que ya está empezando a no pasar en Madrid”, aseguró.
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