El beso en la boca que dio Rubiales a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas del Mundial generó una gran controversia en redes sociales. Una de las respuestas más sonadas fue la de Irene Montero, ministra de Igualdad en funciones. “No demos por hecho que dar un beso sin consentimiento es algo “que pasa”. Es una forma de violencia sexual que sufrimos las mujeres de forma cotidiana y hasta ahora invisible, y que no podemos normalizar. Es tarea de toda la sociedad. El consentimiento en el centro. Solo sí es sí”, publicó en redes sociales.
Ante el aluvión de críticas, Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, ha roto su silencio. “El beso con Jenni? Idiotas hay en todas partes, no les hagamos caso. No estamos para gilipolleces y tontos del culo. No hay que comentar cosas de pringados. Cuando dos personas tienen una muestra de cariño sin importancia, no podemos hacer caso a las idioteces. Somos campeonas y con eso me quedo. Es un pico de dos amigos celebrando algo, no hagamos caso a los tontos y a los idiotas. No hagamos caso y disfrutemos de lo bueno. Si hay tontos, que sigan con sus tonterías. Vamos a hacer caso a los que no son tontos. Es una cosa sin maldad y una tontería, si la gente quiere perder el tiempo en ello”.
Jenni Hermoso zanja la polémica
Jenni Hermoso zanjó todo lo que se ha desatado tras recibir un beso en la boca del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, en la ceremonia de entrega del Mundial tras proclamarse España campeona del mundo, pidió que no se le de “más vueltas” y aseguró que fue “un gesto de amistad y gratitud”.
“Ha sido mutuo, totalmente espontáneo por la alegría inmensa que supone ganar un Mundial. El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento”, manifestó Jenni en unas declaraciones facilitadas por la RFEF a EFE. “No se puede dar más vueltas a un gesto de amistad y gratitud, hemos ganado un Mundial y no vamos a desviarnos de lo importante”, añadió tras el gran éxito en el Accor Stadium de Sídney.
La secuencia ocurrió durante la entrega de medallas, Rubiales se situó cerca de la realeza y de Infantino, presidente de la UEFA y fue saludando una a una a todas las futbolistas de la selección campeona del mundo de manera efusiva. En ocasiones, dejando a un lado el protocolo, como sucedió con Jennifer Hermoso. En el momento de felicitar a la jugadora, el presidente de la Federación, después de fundirse en un fuerte abrazo, sujetó su rostro con las dos manos y, entre risas y gestos de complicidad, le plantó un beso en la boca.
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