El pasado mes de julio, España superó el gasto récord en pensiones. La Seguridad social abonó un total de 12.017,8 millones de euros, la cifra más alta de la historia. La subida responde principalmente a la revalorización de los subsidios conforme al IPC, pero también al aumento de los nuevos beneficiarios y al ensanchamiento de las prestaciones de la tercera edad. Tres cuartas partes del dinero corresponden a la partida destinada a los jubilados, lo que supone un total de 8.758 millones de euros.
Muchos trabajadores esperan con ganas el momento de decir adiós al mercado laboral, de hecho, algunos optan por calcular anticipadamente el hipotético valor de su futura pensión. La Seguridad Social cuenta con un simulador para los interesados en realizar esta operación, que deja sobre la mesa dos resultados: el importe total de la prestación y el valor deflactado. Este último es el que más dudas genera entre los ciudadanos, que simplemente buscan información sobre la edad de su retiro y el posible subsidio.
El valor deflactado de la jubilación se calcula teniendo en cuenta la inflación, es decir, el coste de vida en el momento del subsidio. Lo cierto es que todo son estimaciones, aunque la Seguridad Social valora la evolución predecible de los precios. La cifra resultante servirá para dar con la fórmula perfecta para impulsar el ahorro y mejorar el poder adquisitivo.
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La calculadora de la Seguridad Social tiene en cuenta el número de años cotizados y la base de cotización de los últimos 25 años. Estos dos conceptos determinarán el importe final del subsidio en caso de solicitar el retiro nada más cumplir la edad ordinaria. Un trabajador que en estos momentos esté pensando en calcular su futura pensión seguramente utilice los datos actuales, sin tener en cuenta que los salarios pueden subir y, en consecuencia, también las bases de cotización. El resultado tampoco no contempla estos cambios, por lo que no es del todo real, de ahí la importancia de conocer el valor deflactado de la prestación, un indicador que servirá para esclarecer y aproximar los datos.
Como cabe esperar, si un trabajador realiza este cálculo cuando falta mucho tiempo para su jubilación, la diferencia entre el importe estimado y el valor deflactado será más evidente. Los ciudadanos interesados en planificar con tiempo su pensión y mejorarla respecto al valor deflactado, pueden apostar por una serie de soluciones: prorrogar durante unos años su presencia en el mundo laboral, cambiar de régimen en caso de tener posibilidades o complementar el subsidio con un fondo privado de pensiones.
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