Casi dos décadas después del final de Aquí no hay quien viva, Isabel Ordaz sigue siendo para muchos ‘La Hierbas’, aquella mística mujer de Andrés Guerra que acabó convirtiéndose en madre de la familia Cuesta tras hacer caer a Paloma por el patio. La actriz también formó parte de la serie sucesora de aquella exitosa ficción, La que se avecina. De hecho, en la segunda estuvo nueve años frente a los casi tres que trabajó en la primera, pero ahora ha confesado recordar con más cariño la serie de Antena 3 frente a la de Telecinco.
En una entrevista en la Cadena SER, Ordaz ha asegurado que llegó a Aquí no hay quien viva “con bastante retranca e inseguridad”. Sin embargo, ahora “con la perspectiva de todos los años que han pasado” puede decir que es “una gran serie”.
“Era una serie de situación, una sitcom clásica. Los guiones eran espectaculares, había un reparto extraordinario, había personajes tópicos y típicos, pero que dentro de su mezquindad había ternura. Había momentos de debilidad donde era posible compadecerse del otro”, ha expresado la actriz, que solo tiene buenas palabras para la exitosa ficción de José Luis Moreno.
Sin embargo, ahora considera que “la comedia de situación ha desaparecido”. “Sé de lo que hablo porque he estado tres años haciendo comedia de situación. Pero luego ya, cuando cambió la cosa, ya no era comedia de situación”, añade, haciendo referencia velada a su experiencia en La que se avecina: “Todo estaba fundamentado en que la frase tenía que ser graciosa, ocurrente, ingeniosa. El ingenio mata a la comedia. Y me la estoy jugando, ¿eh?”.
Según defiende, la velocidad en la que vivimos actualmente ha llevado a la comedia a un humor “demasiado rápido”. “La comedia necesita muchísimo tempo situacional. Está hecha a base de contraplanos. No es tanto lo que dices, sino lo que sucede y las reacciones de los personajes. (...) El efecto de la comedia no está en que tú digas algo superestrambótico, sino en cómo reacciones tú. Está hecha de un collar de reacciones”, ha sentenciado.
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