Feijóo y Abascal evitan dar vía libre a su ruptura para mantener la tensión hasta las consultas con el Rey

La ruptura del acuerdo para dar la presidencia del Congreso a Cuca Gamarra se produjo en conversaciones en la Cámara Baja antes del comienzo de la sesión de constitución de las Cortes

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El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo y la secretaria general de la formación, Cuca Gamarra (EFE/ Juan Carlos Hidalgo)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo y la secretaria general de la formación, Cuca Gamarra (EFE/ Juan Carlos Hidalgo)

La ruptura entre el PP y Vox que se ha escenificado este jueves en el hemiciclo del Congreso de los Diputados no es tan evidente de puertas para fuera. La clave está en la propuesta de candidato para la investidura, encargada, en último término, al rey Felipe VI. Tanto el PP y Vox pueden mantener la tensión hasta que el Rey haga la ronda de consultas.

Todo estaba previsto: a partir de las 10:00 horas los 33 diputados de Vox apoyarían la candidatura de Cuca Gamarra, del PP, para la Presidencia del Congreso. Sin embargo, los pasillos de la Cámara Baja recibieron a varios madrugadores que, entre conversación y conversación, dieron la vuelta a la tortilla: Junts y ERC llegaron a un acuerdo con el PSOE, y el PP, visto lo visto, optó por quedarse con un puesto más en la Mesa.

Fuentes de Vox señalan que, en conversaciones dentro del Congreso y antes de la sesión de constitución de las Cortes, el PP reveló a su grupo que no les darían sus apoyos para que consiguiesen un puesto en la Mesa de la Cámara Baja, lo que desbarató el acuerdo entre ambos partidos para otorgar la presidencia a Gamarra. De hecho, desde Vox señalan que ya veían venir este movimiento por parte de los populares.

Pero cuando la Mesa de Edad comenzó a llamar uno a uno, por orden alfabético, a los diputados para su votación secreta, se daba por hecho que en las papeletas que depositaban los 33 parlamentarios de Vox estaba escrito el nombre de Cuca Gamarra, aunque no era así. Esto se descubrió cuando, entre las 350 lecturas de nombres, de vez en cuando saltaba el de Ignacio Gil Lázaro, lo que evidenció una ruptura en la derecha.

El PP asegura que el apoyo se mantiene

El PP no escenificó ningún enfado por ello, de hecho, fuentes de la Dirección Nacional señalan que el objetivo era conseguir fuerza en la Mesa, y por eso decidieron quedarse con cuatro puestos y no con tres. Sobre Vox, aseguran que esa ruptura del acuerdo de la Mesa no cambia “nada” en las negociaciones con los de Abascal para una investidura, salvo, quizás, en Murcia. En este sentido, el PP da por hecho que habrá una repetición electoral en esta región, al ver lejano el acuerdo de investidura con Vox antes del 7 de septiembre. Por lo demás, el PP es contundente, “el apoyo de Vox sigue vigente salvo que digan lo contrario”, aseguran desde Génova.

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Si ambos partidos aceptaran la ruptura, no cabrían más posibilidades que una investidura de Pedro Sánchez, pero ni el PP ni Vox son claros al respecto, lo que no permite cerrar en su totalidad la vía de la investidura de Feijóo. Fuentes de Vox cercanas a la negociación van más allá, e indican que la postura que tomarían en una eventual investidura de Feijóo se la comunicarán al Rey en la ronda de consultas.

Es un pacto de no agresión que beneficia a ambos. El PP no da por zanjadas sus posibilidades para que Feijóo sea propuesto por el Rey, y Vox mantiene la tensión y algo de relevancia hasta la ronda de consultas. Con todo, y aunque Vox apoye al PP en una eventual investidura, siguen sin llegar los apoyos, que se estancarían en los 172.

Esto viene respaldado por lo que ha sucedido hoy con la elección de Francina Armengol como presidenta del Congreso. Tanto Junts, como ERC, y el resto de los partidos de los que se esperaba un apoyo al PSOE, han cumplido, lo que acerca un poco más la posibilidad de que salga adelante una investidura de Pedro Sánchez.

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