De todos los actos de agenda que pueden tener los Reyes, los que más destacan y sorprenden son aquellos en los que hay una cena de gala, pues Felipe y Letizia abren las puertas del Palacio Real para agasajar a sus invitados. Se trata de eventos marcados por los trajes de gala, los broches, las insignias, las joyas de pasar y, por supuesto, las tradiciones, que no son pocas. Pese a que la Familia Real española no es de las más estrictas de Europa, hay ciertas cosas que están marcadas por protocolo y que se repiten en todas estas celebraciones.
Una de ellas está relacionada con el momento del brindis, que desde hace un tiempo despierta el interés mediático. En estos momentos, todas las miradas se centran en la Reina, quien desde hace varios años es totalmente abstemia, es decir, no prueba ni una gota de alcohol.
Esto ha provocado no pocos titulares, pues no solo se ha criticado su gesto, pues se ha convertido en protagonista de unos extraños brindis. La primera vez que desveló su decisión de no beber fue en 2015 durante una visita a la Academia de Artillería de Segovia, donde explicó a un militar: “Yo, como no bebo, me la acerco solo a los labios. Y me critican porque dicen que no bebo. Pero es que yo no bebo nada de vino. (...) No bebo ni café ni vino, soy incapaz. Pero es que ni siquiera con amigos. Ahora son abstemia completamente”, desveló.
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Y desde entonces no ha faltado a su palabra. Cuando llega la ocasión de brindar, Letizia también se pone en pie, coge su copa, la eleva unos centímetros y ‘disimula’. Mientras que el resto da un trago, ella se la apoya en los labios y olfatea el contenido.
Tiempo después, sin embargo, dejó incluso de apoyarla en los labios. Así se vio, por ejemplo, durante una cena de gala que se realizó en su honor en Buckingham en 2017, cuando directamente dejó la copa en la mesa tras brindar con el desaparecido Felipe de Edimburgo y Carlos III.
La excepción
Sin embargo, como en todas las reglas, Letizia también ha hecho una excepción en su norma de no beber alcohol y obviamente no pasó inadvertido. Fue en octubre de 2017, en el marco de los Premios Princesa de Asturias durante la visita al Pueblo Ejemplar, que ese año recayó en Poreñu.
Como es habitual, los Reyes dieron un pequeño paseo por la localidad, charlaron con los vecinos, entre los que estaba la abuela de Letizia, la desaparecida Menchu Álvarez del Valle. En una de estas pequeñas conversaciones, les ofrecieron probar la bebida típica de la zona, la sidra. Y pese a su afirmación de ser “totalmente abstemia”, Letizia bebió un sorbo, sorprendiendo a todo el mundo.
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