El actor Rodolfo Sancho ha pasado a las primeras páginas de la actualidad después de que su hijo Daniel fuera acusado de homicidio en Tailandia, convirtiéndose en el centro involuntario de todo un vendaval mediático a pesar de que siempre ha llevado una vida de lo más discreta y ha demostrado ser un profesional reconocido con una amplia carrera de fondo.
Comenzó muy pronto, siendo un niño, siguiendo los pasos de su progenitor y participando en algunos de los rodajes en los que Sancho Gracia se encontraba presente, casi a modo de juego y de experiencia compartida. Con ocho años participó en la serie histórica Los desastres de la guerra, y con diez en un episodio de La huella del crimen.
Una década más tarde, ya en 1995 parecía decidido a continuar la herencia paterna y tomó el testigo en la mismísima Curro Jiménez (aunque fuera en El regreso de la leyenda), en la que interpretó el papel de Juanillo. A partir de ese momento, voló solo. Participó en Hermanos de leche, que se convirtió en un éxito de la pequeña pantalla y en la que trabajó junto a José Coronado, Juan Echanove o Leonor Watling. Por el momento, el cine se le resistía y continuó con Carmen y familia, Colegio mayor o Turno de oficio: Diez años después en papeles muy pequeños.
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Su consolidación en la ficción televisiva
Entonces llegaría Al salir de clase (1997), responsable de lanzar al estrellato a toda una nueva generación de actores. En ella interpretó a Nico Medina durante 517 capítulos. Era el hermano de Miriam (Marián Aguilera) y fue novio de Raquel (Elsa Pataky), Elena (Athena Mata), Paloma (Raquel Meroño), Eva (Patricia Figón) o Sofía (Verónica Jiménez). Su personaje terminó teniendo un accidente y en silla de ruedas.
La popularidad de la serie le permitió acceder al cine y ha trabajado con grandes directores: Álex De la Iglesia en La comunidad y Muertos de risa, Carlos Saura en Taxi, Javier Elorrieta en Pacto de brujas, Jorge Sánchez-Cabezudo en La noche de los girasoles, Mario Camus en El prado de las estrellas y con Enrique Urbizu en No habrá paz para los malvados, una de sus mejores y más celebradas interpretaciones, de nuevo junto a José Coronado.
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Sin embargo, donde más destacó fue en la época dorada de la ficción de las cadenas generalistas. Participó en Policías, en el corazón de la calle, en Tres son multitud, donde compartía protagonismo con Alexandra Jiménez o Amar en tiempos revueltos (2005). Se especializó en dramas históricos: La señora (2008), que otro de sus grandes éxitos, junto a Adriana Ugarte y Roberto Enríquez; 14 de abril, la República (2011) o Isabel (2012), donde encarnó a Fernando de Aragón. Repetiría el personaje en la película La corona partida. También capitaneó el reparto del thriller Mar de plástico y junto a Aura Garrido, Nacho Fresneda formó El ministerio del tiempo, por la que fue nominado a los premios Feroz. Lo dejó y regresó, porque definitivamente, había dejado su huella.
En los últimos tiempos lo hemos visto tan activo como siempre: en la película de terror Voces, en la miniserie Los herederos de la Tierra, en la adaptación de Arturo Pérez Reverte La piel del tambor y este mismo año estrenaba Y todos arderán y Delfines de plata.
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