PSOE y PP, los dos principales partidos, afrontan la constitución de la Mesa del Congreso con incertidumbre a escasas horas de que sus señorías decidan sobre el nuevo órgano de gobierno de la Cámara Baja. A estas alturas, ninguno de estos partidos tiene una mayoría atada, aunque sí han podido sondear la predisposición de la mayoría de los grupos. Si bien, esta elección queda al albur de lo que decida Junts, cuya Ejecutiva se reúne de forma telemática al alba, antes de que comience la sesión constitutiva prevista a partir de las 10 horas.
Lo único que está meridianamente claro es que será una mujer quien sustituya a Meritxell Batet al frente de esta institución en la legislatura XV, que echa a andar este jueves. Francina Armengol, por el PSOE, o Cuca Gamarra, por el PP, se disputan convertirse en la tercera institución del Estado. Más allá de esta cuestión, en el aire está la distribución del resto de puestos de la Mesa: cuatro vicepresidencias y cuatro secretarías. Con todo, la selección de este jueves despejará la incógnita de si habrá una mayoría progresista o de derechas en un órgano que marca los ritmos de la legislatura y toma decisiones tan trascendentales como admitir o no iniciativas legislativas para su discusión.
Dentro del bloque favorable a la propuesta de los de Pedro Sánchez, cuyo perfil puede leerse como un guiño a los partidos nacionalistas e independentistas, destacarían el propio PSOE (121 diputados), Sumar (31), ERC (7), EH Bildu (6), PNV (5) y BNG (1). En la parte de la derecha, los de Alberto Núñez Feijóo tendrían atados sus 137 diputados, los 33 de Vox y el representante de UPN. Según estos números, habría empate a 171 votos.
Te puede interesar: Sánchez impulsará el uso de las lenguas cooficiales en las instituciones en la UE en un guiño a los independentistas
En el marco de estas cábalas, hay espacio para otra variable. Y es que, en caso de que los siete diputados de Junts se abstengan, el voto de la única diputada de Coalición Canaria, Cristina Valido, podría ser decisivo para la elección de la Presidencia del Congreso. Todo está en el aire a escasas horas de la primera prueba de fuego de la legislatura. Su desarrollo marcará el rumbo de las siguientes semanas y, por ende, de la propia gobernabilidad.
Fuentes del PSOE y de Sumar reconocen que no saben qué puede ocurrir. Eso sí, el optimismo en estas filas es más notable que en el seno del grupo popular. Estas voces apuntan que una decisión favorable de Junts a la candidata socialista no presupone ni mucho menos un eventual apoyo en una futura investidura de Pedro Sánchez. “Son dos negociaciones distintas”, como se empeñan en subrayar desde el grupo socialista.
Junts tendría “más que ganar” con una Presidencia socialista
No obstante, el expresidente de la Generalitat y fundador de Junts, Carles Puigdemont, pidió este miércoles “hechos comprobables antes de comprometer ningún voto” para apoyar la Mesa o una investidura del líder del PSOE. En cualquier caso, la vicepresidenta segunda en funciones y líder de Sumar, Yolanda Díaz, que confirmó que negocia “al máximo nivel” con esta y otras formaciones, enmarcó dichas declaraciones en la “lógica de la negociación”.
Te puede interesar: Yolanda Díaz afirma que negocia al “máximo nivel” con Junts la Mesa del Congreso
En el PSOE fían hacerse con la mayoría en la Mesa del Congreso a que Junts tendría “más que ganar” con una Presidencia socialista y “mucho que perder” si es Cuca Gamarra quien finalmente gana esta batalla. Por lo pronto, el PSOE ha mostrado su predisposición a que Junts y ERC puedan tener grupo propio pese a no cumplir con los requisitos (contar con al menos 15 escaños, o superar los cinco diputados y obtener el 15% en todas las circunscripciones en las que se concurre, o bien el 5% de los votos en todo el país).
Sin embargo, ambos tienen más de cinco escaños y están cerca de la barrera del 15%, por lo que una mayoría progresista en la Mesa del Congreso, como se ha hecho en otras ocasiones, podría perdonar estas escasas décimas o incluso permitir el préstamo de diputados de otros grupos. Cabe recordar que tener grupo parlamentario propio implica más recursos económicos y políticos: mayor representación en los plenos, más margen para llevar iniciativas y doble subvención.
Por otro lado, el presidente del Gobierno quiso hacer un guiño a los partidos minoritarios al prometer que impulsará el uso de las lenguas cooficiales en las instituciones comunitarias “como un compromiso que voy a desplegar a lo largo de la presidencia española de la UE”.
Sánchez quiere tomar la delantera a Feijóo
En el PSOE sostienen que, de poder armar una mayoría necesaria este jueves, se pasaría a una segunda fase, la de negociar la investidura de Sánchez. El propio secretario general socialista, en un discurso ante los suyos en el Congreso, pidió al PP que “acepte” las reglas del sistema parlamentario español, “algo tan básico y legítimo como que en España gobierna quien tenga más apoyos”. “Vamos a pedir a los que presumen de constitucionalismo que respeten el Artículo 99 de la Constitución. No es la hora de presiones al jefe del Estado ni cábalas mágicas; es la hora de la democracia parlamentaria”.
Por su parte, Feijóo, que se estrenó en el Congreso en una reunión interparlamentaria en la que propuso a la secretaria general del PP para presidir el órgano de gobierno del Congreso, reivindicó su derecho a intentar una investidura. “Estoy responsabilizado para intentarlo y creo que es nuestro deber”, dijo ante los diputados y senadores populares. La decisión de proponer al candidato a la investidura está en manos del jefe del Estado, pero lo que ocurra este jueves marcará el paso casi con total seguridad.
Seguir leyendo: