Hace un par de días, Laura Escanes aseguró que se tomaría un descanso de las redes sociales, principalmente de Instagram, para desconectar y desintoxicarse. Sin embargo, no ha pasado ni una semana alejada del mundo virtual. La expareja de Risto Mejide ha estado pendiente de las buenas y malas noticias que circulan por internet y, como no, de todas aquellas informaciones que la toman a ella como protagonista.
La pareja de Álvaro de Luna acostumbra a tomarse la vida con humor. Sin embargo, existen cuestiones que llegan a sobrepasar su límite, como la denuncia que ha realizado a través de su cuenta de Twitter, ahora llamado X. La madre de Roma ha acudido a la red social para expresar su descontento por unas imágenes suyas que han sido editadas para que la influencer apareciese desnuda.
“Me ha llegado un link donde hay fotos mías desnudas, editadas y creadas por IA. Aparte de sentirme totalmente utilizada y expuesta, hay algo que hace que me hierva la sangre. El cuerpo de una mujer no se utiliza. Ni para el placer, ni para abusar, ni para manipular. Me repugna la persona que las haya creado, pero también los que están ahí y les parece divertido y callan”, ha expreso en un tuit, dejando entrever que se encontraba muy molesta y destrozada.
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“Me repugna”
La técnica de alterar imágenes gracias a la inteligencia artificial para originar una realidad diferente a la que inicialmente transmitía la fotografía es una práctica ilegal que se conoce como deepfake. Los seguidores de la modelo enseguida entendieron su postura e, incluso, sugirieron a Laura Escanes que denunciase la situación en la Policía.
Sin embargo, no todos los usuarios de la red social arroparon a la influencer. De hecho, ha respondido a algunas de las críticas recibidas haciendo referencia a Amaral, quien hizo topless en el Sonorama para reivindicar sus derechos. “Hay una cosa que es el consentimiento o la decisión propia. Y ella lo hace porque es su decisión y su cuerpo y porque no tiene nada de malo”, ha manifestado
“Que lo hagan con el mío, decidiendo por mí, sin consentimiento, no es lo mismo. Si quiero desnudarme, yo decido cuándo hacerlo, no unos energúmenos. Si me quiero desnudar, me desnudo yo. Como en esas fotos. Pero no he dado consentimiento para que editen una foto mía. A ver si lo entendemos”, ha zanjado.
No es la primera vez que la joven de 27 años denuncia una situación similar. De hecho, unas horas antes de pronunciarse en Twitter por la existencia de imágenes desnudas suyas, ya había aclarado en Instagram que existían ciertas campañas publicitarias que llevan su rostro y que ella no ha realizado.
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“Hello. Vuelvo porque no paro de recibir mensajes de que hay una supuesta publicidad que utilizan mi imagen para estafar con una app o algo así. Si no es algo que yo no publico en mi cuenta, no hagáis caso, por favor. Me parece muy ruin que quieran estafaros empleando la imagen de alguien conocido. Yo por mi lado tomaré las medidas necesarias para que se eliminen esas informaciones y no usen mi imagen para ello. Gracias”, rezaba el mensaje posteado en una story de Instagram.
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