La jubilación anticipada ha vuelto a colocarse en la primera línea del debate político tras los últimos movimientos de la Seguridad Social, que trata de prorrogar la vida laboral de los trabajadores para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones. La reforma impulsada por el ministro José Luis Escrivá, que defiende esta premisa, no ha conseguido frenar el número de solicitudes. La norma sí que ha logrado un hito histórico, que es el de elevar la edad efectiva de jubilación hasta los 65 años, dos puntos más que hace un par de décadas. Sin embargo, los cambios todavía no han logrado contener las ansias de la población por abandonar el mercado laboral antes de tiempo.
El porcentaje de trabajadores que optan por la jubilación anticipada ha descendido casi cuatro puntos en los últimos ocho años, sobre todo por la reducción de las jubilaciones involuntarias, provocadas por el aumento de los despidos durante los años más duros de la crisis financiera. Cada vez son más las personas que acceden al retiro cuando cumplen la edad ordinaria, con todo, los que apuestan por la jubilación anticipada voluntaria han aumentado casi 15 puntos en dos décadas. En 2014, esta modalidad representaba el 9,6% del total, mientras que este año crece hasta el 22,8%.
La edad ordinaria de jubilación se fija en los 65 años para los empleados que acrediten el mínimo de cotizaciones exigido. Los contribuyentes que tengan menos de 37 años y seis meses cotizados, sin embargo, tienen que permanecer en sus puestos hasta cumplir los 66 años y cuatro meses. La reforma de las pensiones pretende reducir el número de jubilaciones anticipadas lo máximo posible, por lo que amplía los coeficientes reductores y establece una serie de medidas para desincentivar esta modalidad.
La subida de las jubilaciones anticipadas responde fundamentalmente al anuncio de la revalorización de las pensiones, que ha supuesto un incremento del 8,5% en los importes finales. Muchos trabajadores han optado por prejubilarse al ver que el ensanchamiento de los subsidios compensaba la penalización del nuevo sistema. La reforma recorta el importe de las prestaciones en la jubilación anticipada, mientras premia la jubilación demorada en su tentativa por extender durante más tiempo la carrera laboral de los españoles.
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¿Cómo se reduce la pensión por jubilación anticipada?
Los trabajadores que se decanten por la jubilación anticipada deben saber que cobrarán una pensión más baja que los que aguanten hasta cumplir la edad ordinaria de jubilación. Esta modalidad repercute directamente en la cuantía del subsidio con unos coeficientes reductores que van desde el 21% hasta el 13%, todo ello en función del número de años cotizados. Los empleados que, en lugar de jubilarse dos años antes de lo previsto, soliciten el retiro con 64 años, es decir, doce meses antes de cumplir la edad ordinaria de jubilación, sólo verán reducida la prestación entre el 5,50% y el 4,75%. Los tramos más perjudiciales para solicitar la jubilación anticipada voluntaria son los meses 24 y 23 de anticipo y los tres últimos meses, justo antes de cumplir los 65.
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