Entre acantilados, verdes prados y extensos bosques, Cantabria se presenta como un paraíso donde perderse es muy sencillo. Gracias a su rico patrimonio natural, se ha convertido en un destino muy demandado entre los turistas que buscan alejarse del ruido y conectar con la naturaleza. Sus paisajes son de una belleza envidiable, por no hablar de las playas, unos arenales marcados por la orografía escarpada de su costa. No obstante, son muchos los rincones que permanecen ocultos esperando ser descubiertos por algún curioso.
Así, en el límite con Asturias se halla uno de los parajes más impresionantes de la provincia. Estamos hablando de la península de Pechón, un espacio situado entre la desembocadura del río Deva (ría Tina Mayor) y la desembocadura del río Nansa (ría de Tina Menor). Este enclave destaca por su espectacular oferta costera. En ella se puede disfrutar de playas paradisíacas adosadas en ambas rías y que cuentan con un marcado carácter salvaje que no deja indiferente a nadie.
Las playas de Pechón
Probablemente, la playa más destacada de la península es la que se conoce como playa de Amio. Se ubica en la zona norte y constituye un arenal salvaje rodeado de piedras. Cuenta con un acceso bastante bueno con aparcamiento habilitado. Desde allí se debe coger un pintoresco sendero que ofrece unas bonitas vistas de todo el entorno.
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Una vez en Amio, el viajero puede contemplar como la arena fina y dorada se extiende a lo largo de cientos de metros bajo el abrigo de los acantilados, brindando un baño que es de lo más apetecible y agradable. Siguiendo la costa norte de Pechón, y muy cerca de ella, se localiza la playa de Aramal. Un arenal aislado al que solo se puede acceder cuando baja la marea.
En la ría de Tina Mayor se encuentra la playa de El Pedrerú, un arenal de difícil acceso, pero que merece la pena llegar hasta él. Es uno de los más vírgenes que se pueden encontrar en Cantabria. El sendero que conduce hasta él comienza en el restaurante del camping cercano. Próxima a esta playa se sitúa la de Las Arenas, que a diferencia de El Pedrerú su acceso es muy sencillo. Tiene unos 250 metros de longitud y es perfecta para el baño.
Por último, la playa del Sable se incrusta en la ría de Tina Menor. Se trata de un espacio tranquilo, perfecto para practicar deportes acuáticos como paddle surf y con unos accesos muy buenos. Se diferencia de las demás en que no se encuentra entre paredes de rocas, por lo que el viento sopla con más fuerza. Sin embargo, sigue siendo una muy buena opción para ir en familia y pasar un día inolvidable.
Otros atractivos y cómo llegar a Pechón
Aparte de las playas, Pechón tiene mucho más que ofrecer. Uno de sus puntos con mayor interés es el mirador, desde donde se puede admirar toda la ría de Tina Menor y la playa del Sable. A esto se le suma el castillo de Berón, que a pesar de ser de propiedad privada cuenta con una fachada de película que es de postal.
Para llegar a Pechón, el viaje desde Santander es de alrededor de 45 minutos por la carretera A-8. Por su parte, desde Oviedo el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 20 minutos por la misma vía.
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