La isla de Tenerife vive consternada los últimos acontecimientos del incendio iniciado el pasado 15 de agosto, originado en la zona de monte en Arafo y que ha quemado al menos 2.600 hectáreas. Un incendio complicado de apagar y que ha demostrado ya características propias de los denominados “incendios inapagables”, fuegos violentos originados por las altas temperaturas y las fuertes sequías generadas por el cambio climático.
Las movilizaciones de evacuación afectan a unas 7.600 personas, ya que a la movilización de los residentes en Camino de La Granja, Los Eres, Lomo Juan Lian y el acceso del Barranco de Añavingo se ha sumado evacuar la parte alta del barranco Hondo, Las Rosas, Los Apaches-Camino La Huerta, en el mismo municipio de El Rosario, y el desalojo de La Resbala y Pinolere en La Orotava.
Las imágenes que llegan desde las redes sociales demuestran la virulencia del fuego, que ya es uno de los más contundentes del año y del verano, que no había sufrido grandes altercados, pero que ha visto de forma directa las consecuencias de la última ola de calor vivida en las islas canarias.
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La complicada orografía del monte y el impacto del cambio climático han sido algunos de los elementos que han provocado que el fuego se haya extendido sin capacidad de reacción. Las fuertes imágenes publicadas por el periodista Enrique Rodríguez en X (antes llamada Twitter) demuestran cómo una serpiente de fuego arrasa con la arboleda que encuentra a su paso.
Las imágenes del incendio de Tenerife
“Lo que está pasando con el incendio de Tenerife es una catástrofe como pocas veces hemos visto”, denuncia el periodista junto a las imágenes difundidas.
Al haber superado las 500 hectáreas quemadas, el incendio de Tenerife ya se considera un Gran Incendio Forestal (GIF), incidentes que en Canarias ocurren por encima de la media nacional. Un informe de WWF calcula que el número de GIF en la comunidad autónoma isleña es del 0,6% del total, cuando la media nacional oscila en el 0,2%. Aunque son cifras pequeñas, los grandes incendios forestales queman más hectáreas que el resto de incendios del año juntos.
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Las autoridades han movilizado todos los recursos posibles, pero aún no hay señales de que el fuego remita y esté controlado. Este verano no ha sido especialmente duro con los incendios, ya que julio presentó datos optimistas, pero la AEMET ya advirtió de que la última ola de calor podría traer consigo incendios.
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