Sánchez impulsará el uso de las lenguas cooficiales en las instituciones en la UE en un guiño a los independentistas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presidido este miércoles la primera reunión interparlamentaria del PSOE de la nueva legislatura, que echa a andar este jueves con la incógnita de quién presidirá la Mesa del Congreso. Esta será sin duda la primera gran batalla que marcará el rumbo de los próximos meses. Esta decisión está en manos de Junts, que decide este jueves en una Ejecutiva al alba si apoyará a la candidata del PSOE a presidir la Cámara Baja, Francina Armengol.

A la espera de saber cómo se resolverá esta primera prueba de la legislatura, en un claro guiño a los partidos independentistas de cara a la votación de este jueves, el secretario general del PSOE ha anunciado que impulsará el uso de las lenguas cooficiales en las instituciones comunitarias “como un compromiso que voy a desplegar a lo largo de la presidencia española de la UE”, opacada por la celebración de los comicios generales del pasado 23 de julio.

Sánchez ha enmarcado esta propuesta en su intención de “trabajar por la unión, por la cohesión de España”, partiendo de la base de que las lenguas cooficiales reconocidas en la Constitución son realmente “un enorme activo de nuestra sociedad”. “España habla en castellano, en catalán, en euskera y en gallego. Y nuestro deber es consolidar espacios de representación, de uso y conocimiento de todas las lenguas de España. Desde el Gobierno lo hemos ido haciendo durante estos últimos años, por ejemplo, gracias al impulso dado con el Instituto Cervantes. Pero debemos hacer más. Podemos hacer más. Y haremos más”, ha incidido.

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Sánchez ha pedido al PP que “acepte” las reglas del sistema parlamentario español, “algo tan básico y legítimo como que en España gobierna quien tenga más apoyos”. “Vamos a pedir a los que presumen de constitucionalismo que respeten el Artículo 99 de la Constitución. No es la hora de presiones al jefe del Estado ni cábalas mágicas; es la hora de la democracia parlamentaria”.

Y es que, esta sería una oportunidad para que el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, decida “qué quiere ser a partir de ahora” después de comprobar que su apuesta de ir de la mano de la ultraderecha “ha fracasado”. Por ende, ha reclamado “a esos constitucionalistas de boquilla que cumplan con la Constitución o que al menos la respeten, y que por cierto pongan fin al secuestro del Poder Judicial”.

El líder del PSOE ha defendido ante los suyos que los resultados del 23 de julio, una cita en la que el PP se impuso con 137 escaños, quedando lejos de la mayoría absoluta, y en la que los socialistas mejoraron también sus previsiones, respaldan la acción del Gobierno. “La mayoría de la ciudadanía quiere consolidar los avances alcanzados durante estos últimos cuatro años y que en vez de retroceder, lo que quiere es continuar avanzando”.

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A partir de aquí, el PP ha demostrado “doble incapacidad”. En primer lugar, “la incapacidad para asumir la realidad política, social y territorial de España”. “Desde las elecciones, el Partido Popular vive en estado de shock. Han sido víctimas de su propia propaganda y han comprobado que se pueden amañar muchas encuestas, como han hecho, pero, desde luego, el voto en democracia no se puede amañar. Y la ciudadanía lo dijo muy claro el pasado 23 de julio: no a derogar; no a retroceder; no a perder derechos. Querían un plebiscito y lo tuvieron: perdieron el 23 de julio”.

Por último, ha felicitado al PP por su resultado electoral, alegando que el PSOE “nunca ha puesto en duda ni la limpieza ni el desarrollo de unas elecciones democráticas”. “En fin, si hay que hacerlo, les felicitamos por sus resultados”, ha dejado claro para resaltar los resultados obtenidos por su formación: “También nosotros nos felicitamos por los nuestros y esperamos que cuando haya un nuevo Gobierno liderado por los socialistas no se ponga en duda su legitimidad tal y como vienen haciendo desde hace cinco años”.

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