La edad efectiva de jubilación de los españoles ha llegado por primera vez a los 65 años. Los últimos datos de la Seguridad Social avanzan que, hasta mayo de 2023, se han retirado cerca de 137.480 personas. El 61% lo hizo en el período ordinario, mientras que el porcentaje restante se jubiló de forma anticipada, con una media de 63,3 años. El número de trabajadores que han optado por la jubilación anticipada ha descendido casi cuatro puntos en la última década, sobre todo por la reducción de las jubilaciones involuntarias, provocadas por el aumento de los despidos durante los años más duros de la crisis financiera.
La Seguridad Social ha fijado la edad ordinaria de jubilación en los 65 años para los empleados que acrediten el mínimo exigido de años cotizados, de forma que la cifra coincide con la que dibujan los datos publicados por el mismo organismo. Los trabajadores que tengan menos de 37 años y seis meses cotizados, sin embargo, no pueden abandonar el mercado laboral hasta cumplir los 66 años y cuatro meses. Este límite ha ido creciendo de forma progresiva en los últimos años como parte de una estrategia estatal para retrasar la edad de jubilación y garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones.
La reforma de las pensiones de hace dos años ha aumentado los coeficientes reductores de los dos primeros meses en los que se puede pedir la jubilación anticipada voluntaria, con el objetivo de desincentivar esta modalidad. Asimismo, la norma puso en marcha una serie de incentivos para hacer más atractiva la jubilación demorada, una opción para que los trabajadores puedan prorrogar su vida laboral en lugar de solicitar el retiro. Esta alternativa ofrece diversas ventajas, entre ellas, un complemento económico como premio por fomentar el retraso de la jubilación. En lo que va de año, el 8,1% de los contribuyentes ha optado por acceder a las pensiones a través de esta fórmula.
Los trabajadores, para acceder a la jubilación anticipada voluntaria, tienen que cumplir con una serie de requisitos. Esta modalidad está disponible dos años antes de alcanzar la edad ordinaria vigente, que será de 65 años en 2027, por eso cobra especial relevancia el hecho de que la edad efectiva de jubilación se haya equiparado por primera con este objetivo. La Seguridad Social lo califica como un hito histórico que no se había detectado desde que existen registros.
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La brecha de género en el acceso a las pensiones
El problema de la brecha de género sigue presente en el acceso de los españoles a las pensiones de jubilación. Las mujeres abandonan el mercado laboral a los 65,4 años, mientras que los hombres lo hacen de media a los 64,6. La diferencia, de casi un punto, tiene su explicación en las carreras de cotización, más bajas en el caso de las trabajadoras por el tiempo dedicado al cuidado de los hijos o las personas dependientes. Las prestaciones también son más elevadas en el caso de los varones, que cobran de media unos 1.605,22 euros al mes, mientras las mujeres se tienen que conformar con 1.293,40 euros mensuales.
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