El pueblo de Portugal a solo 25 minutos de España que es Patrimonio de la Humanidad y tiene el conjunto fortificado militar más grande del mundo

Desde Galicia hasta Huelva, la frontera con Portugal es uno de los destinos más impresionantes de la península Ibérica. Cuenta con una gran variedad paisajística y monumental que va de los verdes prados y montañas de la zona norte hasta las espectaculares playas del Algarve. Todo ello sin olvidarse de los pintorescos pueblos que recorren toda la línea fronteriza. Algunos de ellos se caracterizan por su carácter rural y natural, mientras que otros se vieron obligados a reforzarse, convirtiéndose en verdaderas defensas militares.

De estos últimos sobresale uno en especial gracias a su rico patrimonio, tanto militar como cultural. Estamos hablando de la bella localidad de Elvas, que ubicada en la región del Alentejo, constituyó un punto importante en la independencia de Portugal. Alberga un notable carácter defensivo y militar reflejado en sus espectaculares fortificaciones-baluarte en forma de estrella y su sistema de defensa.

Todo ello, junto con su casco histórico, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Además, se ubica a tan solo 20 kilómetros de Badajoz, siendo una escapada perfecta para los vecinos de la ciudad.

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Elvas ha sido hogar de numerosas civilizaciones, las cuales han dejado una huella cultural imborrable en la localidad. Originariamente, el primer asentamiento lo crearon los romanos con el nombre de Alpesa y a principios del siglo VIII fue conquistada por los musulmanes. Más tarde, en el año 1226, se convirtió en el principal puesto fronterizo al sur del Tajo tras la conquista cristiana. Su estrecha cercanía con España terminó por convertir al pueblo en una fortificación única en el mundo.

El complejo fortificado de Elvas comprende varias edificaciones y monumentos levantados a lo largo de los siglos. Uno de ellos es lo que se conoce como la Plaza fuerte de Elvas, un amurallamiento abaluartado erigido entre los siglos XVII y XVIII. Este cuenta con hasta cuatro líneas de defensa construidas en los siglos XII, XIV y XVII. El conjunto alberga un perímetro de alrededor de 10 kilómetros en el que se pueden observar siete baluartes, cuatro medios baluartes, fosos, puertas, casernas y depósitos para defender la ciudad.

Por si esto fuera poco, los alrededores de la localidad están marcados por pequeños promontorios y colinas donde se instalaron dos impresionantes fuertes ante el temor de que los enemigos pudieran atacar la ciudad desde ahí. Así, los fuertes de Gracia (siglo XVIII), al norte, y Santa Lucía (siglo XVII), al sur, terminan por completar el sistema defensivo, dando a la ciudad un aspecto invencible. Incluso cerca de ellos se levantaron fortines auxiliares de menor tamaño, convirtiendo al conjunto fortificado de Elvas en el más grande del mundo.

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El fuerte de Gracia, con su característica forma de estrella, es considerado “por muchos historiadores como una de las fortalezas abaluartadas más poderosas del mundo”, así lo define su página web. La colina donde se ubica, al norte de la localidad, siempre ha tenido una importancia histórica. De hecho, antes de la fortificación se encontraba la pequeña ermita de Santa Maria da Gracia.

Su construcción se inició en el año 1763 y está compuesto por tres cuerpos: las obras exteriores, el cuerpo principal y el reducto central, siendo es un ejemplo de arquitectura militar de tipo Vauban. El cuerpo central está formado por cuatro baluartes, con la puerta principal de una belleza fenomenal en medio de la cortina sur. A día de hoy, se puede visitar, siendo el horario de mayo a septiembre de 10:00 h a 18:00 h, y de octubre a abril de 10:00 h a 17:00 h. Cierra los lunes. En cuanto al precio, las tarifas son:

• Precio general: 5€
• Visita guiada: 8€
• Visita guiada especial con inscripción previa (acceso a aljibe y contraminas abiertas cuatro veces al año): 15€

Por su parte, el fuerte de Santa Lucía es anterior al de Gracia, pues fue levantado en el siglo XVII, más concretamente sus obras acabaron en el año 1648. Tuvo gran importancia militar, siendo un emplazamiento clave en sitios como del Marqués de Torrecusa, en 1644, hasta el siglo XIX, o en batallas como la de Linhas de Elvas en el 1659.

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En cuanto a su estructura, dispone de cuatro baluartes con un reducto cuadrangular en el centro, donde se ubican la casa del gobernador, la iglesia y una casa abovedada a prueba de bombas. Tiene varios cuarteles y dos cisternas que abastecerían de trescientos a cuatrocientos hombres para dos o tres meses. Además, alberga el museo militar de la ciudad.

Si se quiere visitar, el horario es de mayo a septiembre de 10:00 h a 18:00 h, y de octubre a abril de 10:00 h a 17:00 h, cerrando también los lunes. El precio de la entrada es de 2 €, según el portal web turismodeportugal.org.

Una vez visto el conjunto fortificado, el viajero no se puede marchar sin disfrutar de su hermoso casco histórico. En sus calles se puede respirar la historia de los diferentes pueblos que habitaron en Elvas de la mano de monumentos como el majestuoso acueducto romano. Este da la bienvenida al viajero con sus siete kilómetros de longitud y 843 arcos. Asimismo, el castillo islámico es otro de los espacios donde se debe hacer una parada.

Durante el paseo se descubre la Plaza da República, en la que se encuentra la antigua catedral, ahora Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. También se podrá disfrutar de la Iglesia de las Dominicas, con una original planta octogonal, la picota manuelina y la torre fernandina, así como los arcos que marcan las antiguas entradas de las murallas. A su vez, destacan la Iglesia de Santo Domingo o la Iglesia de la Orden Tercera de San Francisco y los museos de Arte Contemporáneo y el museo de Fotografía João Carpinteiro.

Desde Badajoz, el viaje es de alrededor de 25 minutos por la carretera A-6. Por su parte, desde Olivenza el viaje tiene la misma duración por la vía EX-105.

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