La afición del Atlético profiere graves insultos a Joao Félix y el Metropolitano dicta sentencia: al luso sólo le queda el Barça

Los aficionados rojiblancos silbaron cuando escucharon su nombre por megafonía e insultaron mientras el jugador se ejercitaba una vez acabado el partido

Guardar
Joao Félix, en el banquillo
Joao Félix, en el banquillo durante el Atlético de Madrid - Granada (AP).

Antes de que el Atlético se convirtiera en el primer líder de LaLiga, el Metropolitano se pronunció de manera contundente sobre el ‘caso’ Joao Félix. El futbolista portugués, pese a no jugar ni un sólo minuto, no se libró del juicio de la afición rojiblanca que fue soberana tras una pretemporada en la que el luso ha sido protagonista por sus inoportunas declaraciones. “El Barcelona siempre ha sido mi primera opción y me encantaría unirme al Barça. Siempre ha sido mi sueño desde que era un niño. Si ocurre, será un sueño hecho realidad”, afirmó Joao Félix.

Debido a esas palabras, los más de 56.000 aficionados que se dieron cita en el feudo rojiblanco, se pronunciaron contra él en cuanto tuvieron oportunidad. Mientras se recitaba por megafonía la alineación del Atlético, con aplausos para todos, hasta que un nombre y un dorsal cambiaron el humor de los hinchas. Era ese que volvía a un estadio que hace no tanto silbaba a Simeone por sustituirle. “Con el 18, Joao Félix”, se escuchó en un Metropolitano que le recibió con una atronadora pitada para más tarde romper en aplausos y cánticos cuando sonó el nombre de Simeone. Quedó claro quien de los dos había ganado el pulso.

“Ese portugués, que hijo p*** es”

Joao Félix tampoco contribuyó a que los pitos cesaran una vez iniciado el partido, pues, durante el minuto de silencio guardado en memoria de todos los aficionados rojiblancos fallecidos a lo largo de la pasada temporada, el portugués tuvo un gesto poco educado. Mientras todos los integrantes del banquillo, tanto futbolistas como suplentes como miembros del staff técnico, formaron una fila respetuosa, el luso decidió situarse detrás de todo ellos y entretenerse con el césped del área técnica. Un gesto que sentó mal a la ya de por sí enfadada afición rojiblanca que se volvió a pronunciar cuando el partido ya había finalizado.

Te puede interesar: Las emotivas palabras de Jorge Vilda tras el pase de España a la final del Mundial: “Tenemos a todo a un país de pie y ahora hay que sacarlos a la calle”

Los futbolistas suplentes saltaron al terreno de juego a realizar series de carrera continua y ejercicios de estiramiento cuando las gradas del Metropolitano, prácticamente vacías, cargaron contra Joao Félix utilizando el deplorable cántico que en su día dedicaban a Cristiano Ronaldo. “Ese portugués, que hijo p*** es”, gritaron al unísono un grupo de aficionados colchoneros.

A Joao sólo le queda el Barça

El otro protagonista de la relación, Diego Pablo Simeone, compareció en rueda de prensa donde no se negó a jugar con Joao Félix de titular, aunque para eso, debe cambiar mucho su situación. “Veo que LaLiga empezó y que Joao está con nosotros, sabe lo que necesitamos y lo que le vamos a exigir, tiene que competir con Morata, Memphis, Griezmann y Correa y si está mejor que ellos, jugará”, sentenció el argentino.

Aún quedan dos semanas para se zanje la salida tan deseada por todas las partes, pero hay pocos destinos a los que pueda ir el luso. La opción de Arabia está descartada porque Joao quiere seguir compitiendo en Europa, el regreso a su casa, el Benfica, no es viable pues el club lisboeta tan sólo quiere una cesión mientras que el Atlético busca un traspaso. Con lo cual, la única puerta entre abierta sería la de acabar en el Barça, el “sueño” de Joao.

Esta operación también se antoja complicada ya que Gil Marín es partidario de no vender jugadores a equipos que son rivales directos. Sin embargo, se habla de un trueque entre Ansu Fati y Joao Félix, ambos representados por Jorge Mendes, para hacer llegar la negociación a buen puerto. Hasta el momento, Joao seguirá siendo siendo jugador del Atético aunque no porte la camiseta rojiblanca.

Seguir leyendo:

Guardar