La joya escondida de Asturias: una espectacular cueva marina incrustada entre acantilados de hasta 80 metros de altura

Playas paradisíacas, espectaculares acantilados, imponentes montañas y hermosos pueblos son algunos de los aspectos que definen a Asturias. Gracias a todos ellos, la comunidad se ha convertido en todo un referente turístico, albergando rincones de ensueño. Su patrimonio natural es envidiable, ofreciendo parajes únicos difíciles de encontrar en otra parte del mundo, y todo ello sin contar con su buena gastronomía, una de las mejores de España.

Esconde secretos que muy poca gente conoce, que elevan, más si cabe, su encanto. Uno de ellos destaca por su espectacularidad, pues se incrusta en mitad de un paisaje moldeado por los acantilados. Estamos hablando de la Iglesiona de Cabo Vidio, una hermosa cueva marina ubicada en el concejo de Cudillero, en la parroquia de Oviñana. Se trata de una cavidad ubicada en el cabo con el mismo nombre, entre paredes verticales de hasta 80 metros de altura.

Este cabo es uno de los más importantes de Asturias, pues constituye un mirador perfecto desde donde poder divisar Estaca de Bares o el Cabo de Peñas. Además, cuenta también con un pintoresco faro que es otro de los puntos turísticos de la zona.

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La Iglesiona de Cabo Vidio es el resultado de la erosión del agua del mar después de miles de años. Así, a día de hoy, el visitante puede viajar a las entrañas de la roca a través de un acceso que alberga cierta dificultad, pues se debe bajar el acantilado a través de diferentes cuerdas en un terreno con rocas desprendidas y bastante empinado. Además, hay que tener en cuenta las mareas, ya que solo se puede acceder cuando es bajamar. También es recomendable visitarla a primera hora, para así evitar que haya demasiada gente.

La cavidad presenta tres bocas. La de mayor tamaño está abierta hacia el norte, por lo que solo es visible desde el mar. Otra se orienta al oeste y permite ver parte de la costa occidental del concejo de Cudillero y las sierras costeras del concejo de Valdés, mientras que la de menor tamaño es por la que se accede. Una vez allí, el paraje que se encuentra es hipnótico.

Gracias a sus 60 metros de altura, la cavidad forma una cúpula circular que es digna de admirar. Además, junto con el sonido encantador de las olas del mar, el ambiente que se crea es de lo más bonito. Dadas sus dimensiones, la Iglesiona de Cabo Vidio es una de las cuevas marinas de mayor tamaño y de mayor valor paisajístico de la costa asturiana.

Desde Gijón, el viaje hasta cabo Vidio es de alrededor de 45 minutos por la carretera A-8. Por su parte, desde Oviedo el trayecto tiene una duración estimada de 50 minutos por la misma vía.

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