Nick Kyrgios no coge una raqueta desde el 13 de junio en Stuttgart, cuando perdió en su superficie predilecta, la hierba, ante el chino Wu Yibing. Fue la única aparición del australiano esta temporada, lastrado por las lesiones que arrastra desde el año pasado y que le impidieron empezar el curso en el Open de Australia. Pero pese a su inactividad, Kyrgios está muy presente en el circuito. Tan talentoso como polémico, el que fuera finalista de Wimbledon en 2022 no desaprovecha una ocasión para comentar lo que sucede en su deporte. Su última aparición fue para defender a Carlos Alcaraz, del que se ha reconocido admirador en varias ocasiones.
Al australiano le gusta el estilo y la espontaneidad del actual número uno del mundo, todo un soplo de aire fresco para el mundo del tenis. El murciano, que prepara ahora la cita de Cincinnati antes del US Open, vivió uno de los momentos más delicados de la temporada en la derrota ante Tommy Paul (6-3,4-6 y 6-3) en el Masters 1.000 de Canadá. El estadounidense, un tenista que se le resiste y de qué manera a Alcaraz –le ha eliminado en dos años consecutivos en Toronto–, le incomodó hasta el extremo y cortó su racha de 14 victorias consecutivas.
Tal era su desesperación que, tras el primer set, dejó una imagen poco habitual en él. El joven murciano, muy crítico consigo mismo durante todo el partido, cerró la primera manga con una doble falta que significó el tercer break en contra y, camino al banquillo, estampó su raqueta contra el asiento.
Kyrgios sale al paso de las críticas
Rápidamente, el momento se viralizó en las redes sociales, donde muchos aficionados criticaron la actitud de Alcaraz, reclamando incluso una sanción. Kyrgios no tardo en sumarse al debate generado en Twitter para responder a un usuario y defender la acción en un momento de frustración.
Who the fu*k cares…. The dude is gonna be carrying the tennis load for the next decade.. good on him for showing he is human. Frustrated not playing up to standards. Also let’s start giving codes to umpires 🥔 https://t.co/VFw8qvXViW
— Nicholas Kyrgios (@NickKyrgios) August 12, 2023
“A quién carajos le importa”, escribió. “Este tipo va a llevar en sus hombros el tenis la próxima década… Es bueno para él que demuestre que es humano. Que está frustrado por no estar a la altura de los estándares”, añadió, antes de apuntar a los árbitros, con los que mantiene una eterna disputa. “Y también deberíamos empezar a dar códigos a los jueces de silla”. Carlitos le ha caído en gracia al imprevisible y controvertido Kyrgios. Y eso no es algo que pueda decir todo el mundo.
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