La banca aumenta sus ingresos un 51% a costa de los ahorradores al encarecer los préstamos y no pagar por los depósitos

Los bancos que cotizan en el IBEX-35 retrasan hasta 2024 la subida de interés de los plazos fijos

Guardar
Varias personas descansan en un banco en Vitoria Gasteiz, en Álava, País Vasco. (Europa Press)
Varias personas descansan en un banco en Vitoria Gasteiz, en Álava, País Vasco. (Europa Press)

La estrategia de los grandes bancos españoles de aumentar el interés que cobran por los préstamos e hipotecas concedidas a sus clientes y no subir la rentabilidad de sus depósitos les ha funcionado, como lo demuestra que hayan cerrado el primer semestre del año con una subida de sus ingresos del 51%. Así, el margen total de intereses –la rentabilidad por prestar dinero menos la remuneración de los depósitos– obtenido por la gran banca entre enero y julio suma 12.970 millones de euros.

Esta fórmula beneficia a la banca y perjudica a los ahorradores, que ven como el incremento de los tipos de interés iniciado en julio del año pasado por el Banco Central Europeo (BCE), que ha colocado el precio del dinero en el 4,25%, no se ha trasladado a aumentar la remuneración por sus ahorros ni a reducir las comisiones bancarias.

Los intereses que dan los bancos españoles por los plazos fijos son un 33% menor que los que ofrece de media la banca europea. En mayo se situaron en el 1,64%, frente al 2,46% de la media en Europa.

Te puede interesar: Los ahorradores desplazan su inversión de depósitos a fondos y letras para lograr rentabilidades récord

Se aplazan las subidas

Los bancos continuarán con esta táctica en el segundo semestre del año, a pesar de las críticas que han recibido de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, y de la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, instándolos a que suban la remuneración por el pasivo lo “antes posible”.

Esta petición ha caído en saco roto, y según declararon los responsables de la gran banca en la presentación de los resultados del segundo trimestre, no subirán el rendimiento por los depósitos hasta 2024. Este retraso contradice las previsiones de los analistas, que descontaban que lo harían a partir de este verano, después de que en junio venciera el plazo para que los seis grandes –Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja– devolvieran al BCE cerca de 61.000 millones de euros de las TLTRO (facilidades especiales de liquidez) que les prestó para garantizar el flujo del crédito en la pandemia.

Se suponía que la devolución de estos préstamos mermaría una parte de la liquidez de los bancos, que se verían obligados a obtener financiación de otras fuentes, entre ellas, de los pequeños ahorradores, y la mejor forma de atraer sus ahorros sería mejorando la remuneración de los depósitos, pero a la gran banca aún le sobra liquidez, por lo que no moverá ficha hasta el próximo año.

La banca, bajo sospecha

Las cosas pueden cambiar si las sospechas de Nadia Calviño se cumplen y se detecta que existe un problema de competencia en la banca española. La ministra de Asuntos Económicos ha encargado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que investigue los motivos por los que la gran banca no ha incrementado la remuneración por el pasivo para ganar cuota de mercado, y más cuando pueden hacerlo, ya que sus beneficios marcan récords históricos este año.

Te puede interesar: La gran banca logra beneficios récord a costa de subir comisiones, encarecer hipotecas y no remunerar los depósitos

La primera en levantar la liebre fue Cani Fernández, presidenta de la CNMC, al asegurar que puede existir una falta de competencia, pero sin acuerdos expresos entre los bancos que se puedan sancionar. Considera que “se adaptan a lo que hacen los demás en un mercado transparente” y “con la mera observación de lo que hacen los otros, les basta para tomar decisiones”.

Fernández tiene ahora en su mano descubrir si existen problemas de competencia o no. En caso afirmativo, Calviño se ha mostrado dispuesta a atajarlos mediante cambios legislativos para obligar a la banca a subir la rentabilidad de sus plazos fijos.

Seguir leyendo

Guardar