Las pensiones en España ha sufrido una importante evolución en los últimos años. La reforma de las pensiones ejecutada por el Gobierno de Pedro Sánchez ha permitido reducir la precariedad de las pensiones, elevando en número de perceptores de pensiones más altas en detrimento de aquellas de menor cuantía. Así, desde junio de 2020, los pensionistas que cobran más de 2.000 superan han aumentado un 46%, mientras se ha reducido de manera significativa los españoles que reciben menores pensiones.
En 2023, las pensiones contributivas han subido un 8,5% con la fórmula de revalorización recogida en la ley de reforma de las pensiones en la que se tiene en cuenta, como referencia para determinar la subida de estas prestaciones, el IPC interanual promedio de doce meses –de diciembre del año anterior a noviembre del ejercicio en vigor–.
Esta subida representa el porcentaje equivalente al valor medio de las tasas de variación interanual del IPC de los doce meses previos a diciembre de 2022, es decir, dependerá de la evolución de la inflación hasta noviembre. Las pensiones contributivas tienen consignado un crédito para 2023 de 166.777 millones de euros, un 11,2 % más que en 2022, estimado en función del incremento del colectivo de pensionistas, de la variación de la pensión media y de su revalorización.
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Este incremento ha elevado considerablemente las cuantías percibidas por los pensionistas, reduciendo el número de jubilados con prestaciones inferiores a los 750 euros. Concretamente, en julio de este año, 1,5 millones de pensionistas percibían una cuantía inferior a ese umbral, lejos de los 2,3 millones del mismo mes de 2020, lo que supone una aminoración de este colectivo del 36%, según los cálculos del portal de análisis Datamanía a partir de los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Asimismo, el 47% de las pensiones por jubilación se habría situado por debajo de los 1.000 euros, un porcentaje inferior al 55% del mismo mes de 2019.
En el lado contrario, los pensionistas con pensiones más altas se han elevado un 47%. Concretamente, hay 1,4 millones de jubilados que perciben una pensión superior a los 2.000 euros, frente a los 976.000 de julio de hace tres años. Especialmente importante es el incremento de la pensión máxima, que se sitúa en los 3.059 euros mensuales: un 7% de los jubilados ha recibido en julio una pensión superior a los 3.000 euros, cifra que nadie percibía en el mismo mes de 2020, cuando la cuantía legal más elevada era de 2.683,34 euros mensuales.
Evolución con respecto a los salarios en la última década
La pensión media que reciben los jubilados en España representa el 64,52% del salario medio nacional que perciben los trabajadores este 2023, una tasa de cobertura que ha mejorado en casi diez puntos en la última década. Es decir, un trabajador cobra de media 2.126,63 euros mensuales, según el INE, mientras que la pensión media de jubilación con datos de marzo era de 1.372,03 euros, de acuerdo con los datos del ministerio de Escrivá.
Así, mientras que la prestación media de jubilación se ha revalorizado un 37,95% desde 2014, los salarios han crecido un 17,7%, o lo que es lo mismo, mientras que la pensión media avanza a un ritmo anual del 3,95% desde 2014, los sueldos lo hacen al 2,87%, si bien este año cuando ha entrado en vigor la revalorización de las pensiones con el IPC, que ha supuesto un incremento del 8,5% respecto a 2022.
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La pensión de jubilación se calcula teniendo en cuenta la base reguladora de los últimos 25 años del trabajador, aunque con la aprobación a principios de año del último tramo de la reforma del sistema público de pensiones la forma de calcular esta prestación cambiará en los próximos años.
La reforma mantiene hasta 2044 el periodo de cómputo en los 25 años vigentes, aunque también hace posible optar por calcular la pensión con los últimos 29 años trabajados, descartando los 2 peores años. No obstante, hay que tener en cuenta que la pensión máxima tiene un tope, que en la actualidad es de 3.059,23 euros mensuales y que diez años antes era de 2.554,49 euros al mes.
Ese tope, que no opera en los salarios, es el que explica que la pensión media sea inferior al salario medio, si bien el mayor ritmo de subida de las prestaciones de jubilación hace que cada vez haya más convergencia entre ambas rentas. Y es que, mientras que los salarios se han mantenido congelados, han sufrido recortes o, como mucho, ligeros ascensos, las pensiones han experimentado un alza más de dos veces superior porque a lo largo del periodo su revalorización ha sido mayor, pero sobre todo porque en esta década han ido entrando al sistema de pensiones más altas.
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