Parece precipitado decirlo, pero el cine de terror ha vivido en los últimos diez años una gran eclosión tanto de grandes películas como de cineastas detrás de ellas. Diez años dan para mucho y en todo ese tiempo han ido surgiendo nuevos conceptos, nuevas ideas y formas de reproducir los mayores miedos, algunas reverenciando lo anterior y otras siendo totalmente rompedoras en su propuesta.
El estreno de Háblame, la última gran película que ha dado este género cinematográfico, ha puesto de manifiesto el buen momento que atraviesa la industria del miedo y es por ello que hemos querido hacer repaso de todas aquellas películas que se han quedado en nuestra retina desde su estreno. Cada susto, cada giro, cada muerte... algunas de estas películas han sido claves para entender el terror contemporáneo y también el surgimiento de algunas corrientes dentro de él como el llamado terror elevado que además del miedo busca hacer un tipo de comentario social a través de personajes e historias algo más complejas de lo normal.
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It Follows (David Robert Mitchell, 2014)
Empezamos por la que probablemente sea una de las mejores películas de terror de los últimos años, o por lo menos de las más rompedoras. Su propia premisa ya daba una vuelta de tuerca al género: una chica descubre que le han pasado una maldición y que “algo” la perseguirá hasta acabar con ella a menos que le pase la maldición a otra persona a través de mantener relaciones sexuales. Una película visualmente apabullante, con una atmósfera muy particular y una tensión que no te deja respirar en ningún momento, pues literalmente ese “algo” que persigue a los protagonistas no descansa.
La bruja (Robert Eggers, 2015)
Uno de los grandes nombres del llamado terror elevado es Robert Eggers, autor de la reciente El hombre del norte, de El faro y sobre todo de la película que le dio a conocer, La bruja. Este filme aun era un preludio de la eclosión del terror elevado, y se centra más en generar una atmósfera gótica a través de su relato de una familia del siglo XVII que empieza a desestructurarse poco a poco a raíz de la desaparición de su hijo menor.
Crudo (Julia Ducournau, 2016)
Otra voz que surgió con fuerza un año después de Eggers, y no en un bosque de Nueva Inglaterra sino en el corazón de Francia fue la de Julia Ducournau. Antes de alzarse con la Palma de Oro en Cannes y sorprender a todos con Titane, la cineasta dio la primera muestra de sus virtudes para integrar nuevos elementos en el terror en Crudo, la historia de una joven que se autodescubre a raíz de entrar en la facultad de veterinaria y comenzar a cuestionarse sus ideales y despertar sus instintos más oscuros.
Feliz día de tu muerte (Christopher Landon, 2017)
Su director está de rigurosa actualidad tras ser elegido para la nueva entrega de otra gran saga terrorífica como Scream. Y no es pera menos, pues con Feliz día de tu muerte demostró que ni la fórmula de Atrapado en el tiempo -es decir, el famoso Día de la Marmota pero con asesinatos- está del todo agotada ni tampoco el terror actual mezclado con comedia, en una divertida película que alternaba sustos con comedia de universidad gracias también a su protagonista, una Jessica Rothe que repetiría en su secuela, estrenada un par de años después.
Hereditary (Ari Aster, 2018)
Con permiso de It Follows, la de Ari Aster fue sin duda una de las grandes sorpresas y de las películas de terror más celebradas de los últimos años. Es quizá la que mejor aúna el terror clásico con el nuevo terror elevado en el que su director se ha encuadrado, y desde luego en la que más elementos se probaban, salieran estos mejor o peor. Todo ello con una Toni Colette imperial como la nueva matriarca de una desequilibrada familia a la que empiezan a sucederle un montón de desgracias sin un aparente motivo más que la espiral de locura que termina adueñándose de todos ellos.
Noche de bodas (Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, 2019)
Volvemos a la comedia de terror, y volvemos a directores asociados con la saga Scream, aunque este dúo acabe de poner punto y aparte a la popular saga de Wes Craven y Kevin Williamson. Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, integrantes del colectivo de cineastas especializado en cine de terror Radio Silence y coautores de V/H/S, se destaparon en solitario con Noche de bodas. Esta divertida sátira nos dio a conocer a Samara Weaving, una de las australianas de moda con permiso de Margot Robbie y que lo daba todo en esta loca historia de una noche de bodas que sale mal.
El hombre invisible (Leigh Whannell, 2020)
Entramos en la nueva década con una película de propuesta muy arriesgada, un terror que no se puede ver. Leigh Whannell, que ya tenía experiencia sobrada en el terror tras escribir los guiones de varias entregas de Saw e Insidious, se puso a las manos de la dirección de esta reinvención del clásico monstruo de la Universal. En este caso, con la de un maltratador aparentemente fallecido que comienza a perseguir a su exmujer, en un claro alegato contra el acoso y el abuso sexual que sin embargo encontraba su mayor virtud no solo en su mensaje, sino en la manera tan terrorífica que tenía de reproducir ese estado de paranoia y miedo constante por parte de la víctima.
Maligno (James Wan, 2021)
A James Wan, director de Saw, Insidious o Expediente Warren: The Conjuring, o lo amas o lo odias. Y con esta película, su última hasta la fecha, esta dicotomía está llevada al extremo. Maligno es probablemente una de las películas más divisivas de terror de los últimos años más incluso que Midsommar, que con el tiempo ha ido ganando más adeptos que detractores. ¿Por qué? Porque la película, que cuenta la historia de una joven conectada con una serie de asesinatos que cree que forman parte de sus pesadillas, tiene uno de los giros de guion más locos que se han visto en los últimos años, sin exagerar. De los más locos pero también de los más divertidos, si uno aprende a no tomarse en serio esta película más de la cuenta.
X (Ti West, 2022)
El año pasado nos llegó una de las películas más estimulantes en cuanto que, como Hereditary, mezclaba varios elementos del cine de terror clásico con otros más modernos, aunque de otra manera muy distinta a la del filme de Ari Aster. En X, el equipo de una película porno alquila una casa apartada en Texas sin el consentimiento de los dueños, una pareja de ancianos que esconde muchos secretos. Con referencias a películas míticas desde Psicosis a La matanza de Texas, X es un slasher moderno que además nunca pierde el humor ni la sonrisa a pesar de lo desagradable de sus imágenes. A quien le guste recomendamos completar con su otra parte, Pearl, que cuenta el origen de uno de sus personajes y que a su vez obtendrá una tercera entrega con Maxxxine, que debería llegar muy pronto a cines.
Háblame (Danny Philippou, Michael Philippou, 2023)
Y llegamos a la última gran película de terror que se ha estrenado, que literalmente ha aterrizado en los cines este mismo fin de semana. Se trata de Háblame, la historia de una joven que acaba de perder a su madre y que encuentra en una perturbadora ouija en forma de mano la forma de volver a tener contacto con ella, sin saber las terribles consecuencias que ello traerá. Un oscuro relato sobre la pérdida, el suicidio y las enfermedades mentales no apta para todos los públicos pero que sin duda no dejará indiferente a nadie que la vea. El terror vive su mejor momento, y tanto esta película como el resto de la lista dan buena prueba de ello.
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