La subida del alquiler hasta rozar el 10% en el último año y situar el precio del metro cuadrado en 11,9 euros impide que muchos jóvenes puedan alquilar un piso y tengan que decantarse por arrendar una habitación, cuya renta también se ha disparado los últimos 12 meses casi un 21%, hasta alcanzar de media los 440 euros, unos niveles récord.
Este precio llega a duplicarse en las zonas tensionadas del centro de las grandes capitales como Madrid o Barcelona, donde ha subido hasta rondar los 800 euros mensuales, señala Oriol Valls, CEO de habitacion.com, lo que supone más del doble de la renta que se cobra por alquilar un piso completo en municipios no tensionados. Este es el caso de Baeza, la localidad más barata para alquilar una vivienda en España, cuya renta media es de 4,1 euros el metro cuadrado, por lo que un piso de 80 metros cuadrados se alquila por 328 euros al mes.
“Estamos ante el mayor encarecimiento del precio de las habitaciones en los pisos compartidos desde que en Fotocasa tenemos registros. Más de 75 euros en tan solo un año”, apunta la directora de Estudios de Fotocasa, María Matos. Atribuye la carestía a que el precio del alquiler ha alcanzado máximos históricos “por encontrarse en una situación muy crítica de escasez de oferta”.
La baja oferta de habitaciones en renta va acompañada por un incremento de la demanda del 40% en los últimos meses, según datos de la plataforma de alquiler Sportahome. Así, alquilar una habitación en 2022 se encareció en todas las comunidades autónomas y donde más subió fue en Cataluña, en que de media se pagan 545 euros al mes, Madrid, con 503 euros, y País Vasco, con 420 euros.
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Por capitales, Barcelona es la más cara, con una media de 575 euros, seguida por Madrid, con 527 euros. No obstante, estas cifras se quedan cortas si se tiene en cuenta que en los portales inmobiliarios aparecen anuncios en los que se alquilan habitaciones en zonas prime de Madrid por hasta 1.150 euros al mes.
Los principales demandantes de habitaciones en renta son los jóvenes de entre 18 y 35 años que buscan emanciparse y repartir gastos, pero, poco a poco, se están incorporando nuevos colectivos a esta fórmula como divorciados y desempleados, que, además de no tener dinero para alquilar un piso completo, tampoco tienen para afrontar el gasto que suponen las garantías adicionales que les demandan los arrendatarios, como dos meses de fianza.
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Ventajas para el casero
La estrategia de alquilar un inmueble por habitaciones beneficia a los propietarios, ya que es un 20% más rentable que alquilar el piso completo. Otra de sus ventajas es que estos contratos no están topados con la subida del 2% del precio del alquiler prevista para este año o del 3% establecida para el siguiente. El casero puede subir la renta en el porcentaje que desee.
Ello se debe a que el alquiler de habitaciones se rige por el Código Civil en vez de por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y los contratos dependen del acuerdo entre las partes, lo que ha hecho que numerosos fondos de inversión abandonen el alquiler de viviendas habituales para arrendar los inmuebles por habitaciones para así esquivar la LAU.
Más de 30 años viviendo en familia
El encarecimiento tanto de los pisos en alquiler como de las habitaciones ha hecho que la media de la emancipación en España supere por primera vez los 30 años, una tasa que dobla a la media europea, según datos del Observatorio de Emancipación presentado este viernes por el Consejo de la Juventud de España (CJE).
Para reducir esta cifra, Juan Antonio Báez, vicepresidente del CJE, ha manifestado que se necesitan medidas políticas “reales y útiles” como “la regulación de precios de alquileres tanto de las viviendas como de las habitaciones”.
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