Un paraíso de piscinas naturales a solo una hora de Valencia: pozas de aguas cristalinas y viejos molinos

En estos días de calor intenso y temperaturas extremas es recomendable contar con opciones para refrescarse y buscar zonas de baño que sean también una alternativa a la costa y las playas habituales.

Las pozas de Ontinyent y Pou Clar son un ejemplo de ello. A una hora exacta de Valencia ciudad y menos de 90 kilómetros tierra adentro, el río Clariano nace allí mismo y en sus primeros metros de ruta hacia el mar da forma a varias pozas de agua cristalina que se suceden entre la vegetación

El agua configura un paraje fluvial con varios pozos excavados por el agua sobre roca calcárea donde conviven piedras de formas redondeadas y tranquilas láminas de agua. La fama del paraje y la fuerte vinculación de la población con la zona ha provocado que se hayan bautizado cada uno de las pozas con un nombre específico, que de arriba a abajo se llaman Pou dels Esclaus, Pou Clar, Pou Gelat, Pou de la Reixa, Pou Fosc y Pou dels Cavalls.

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Pou Clar y las demás pozas están a unos 500 metros del inicio del sendero PR V-122 ,que llega al núcleo urbano de Bocairent en una hora, aproximadamente. Una opción puede ser pasear por ese sendero hasta el punto que elijamos y disfrutar de la vegetación y el ruido del agua del barranc dels Tarongers mientras nos vemos envueltos entre peñas.

Otra opción puede ser almorzar por la zona y desde el Pou dels Cavalls, la poza situada en la parte más inferior del paraje, tomar unas escaleras que nos llevarán a la pineda de Galindo, una zona con mesas debajo de pinos y agua potable donde comer o merendar (se permite de octubre a mayo).

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Desde el ayuntamiento de Ontinyent recuerdan que está prohibido acceder con animales de compañía desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre, es decir, durante la temporada de verano. En el mismo periodo también está prohibido hacer picnic en los alrededores de paraje y pescar.

Además, durante los meses de julio y agosto habrá que reservar previamente a través de este portal web para poder acceder a las pozas.

La localidad de Ontinyent se sitúa en la sierra de l’Ombria-Pou Clar, un área de 2.857 hectáreas en el que además de contar con las maravillas naturales para poder disfrutar de un día de sombra y agua fresca, se puede descubrir la huella humana. Su presencia ha ido dejando rastro en forma de viejos molinos movidos por la fuerza del agua, cavas sombrías para almacenar las nieves invernales o casas de labranza y antiguas fábricas textiles que ya están recubiertas y vencidas por la vegetación.

Entre los varios senderos que hay para explorar la localidad, además de la visita a Pou Clar, hay cuatro itinerarios temáticos que van desde los 6 hasta los 12 kilómetros, aunque en ninguno de ellos está permitido a las bicicletas, para las que existe una red propia.

A lo largo del paisaje podremos observar las plantas habituales de la montaña mediterránea –pinos, carrascas, lentisco, aliagas, coscojas, jaras...– , aunque también Caralluma, una planta crasa de flores casi negras y apestosas, ya que sus polinizadores no son abejas o mariposas, sino moscas. También crecen una docena de orquídeas diferentes y plantas parásitas, algunas fáciles de identificar porque no tienen hojas ni tallos, sólo flores. En otoño, al ser temporada de setas, se pueden buscar los rovellons.

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Cerca de las pozas se podrá escuchar también el canto del jilguero, del mirlo o del ruiseñor. De hecho, las aves son los animales de la zona más fáciles de ver, porque las paredes verticales repletas de oquedades proporcionan lugar de reposo y crianza a vencejos, aviones o currucas. Es territorio de caza de cernícalos y aguiluchos.

Para los que les guste disfrutar de la gastronomía local, la especialidad es la morcilla de Ontinyent, elaborada con el añadido de los trozos de cebolla. Las morcillas se pueden comer a la brasa pero son, además, parte fundamental del arroz al horno, conocido como cassola.

Otros productos que tienen fama en la región son los melones y la uva de la comarca, con la que se elabora también el vino de la región.

• A pie o en bicicleta:

Se tiene que que tomar el camino del Llombo en la calle con el mismo nombre. Este camino se atraviesa por la ronda oeste desde Ontiyent, desde donde continuamos hasta llegar a la fábrica del Alba. En este punto nos desviamos a la derecha hasta encontrar la senda del Alba, que por el lado de la casa del mismo nombre nos llevará al Pou dels Cavalls envueltos de algarrobos, pitas y el perfil de barranco. Es un recorrido no señalizado.

• En coche:

Desde Valencia se llega directo cogiendo la A-7. En el último tramo, hay que tomar la carretera CV-81 entre Ontinyent y Bocairent. A unos 2 kilómetros del núcleo urbano encontraremos el cruce de la carretera en dirección a Fontanars del Alforins. Justo en este punto hay un aparcamiento desde donde se puede acceder al paraje.

Hay que tener en cuenta que en verano los parkings están cerrados y los accesos desde la carretera prohibidos. Es conveniente dejar el coche en el polideportivo y acceder andando por la senda del Alba.

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