El precio de los alimentos continúa su escalada a ritmo de dos dígitos en comparación interanual y ya suma 16 meses con crecimientos por encima del 10%. En paralelo, el consumo de alimentos en el hogar se ha reducido a cifras que no se veían desde hacía dos décadas, dándose las mayores caídas en el pescado, el aceite y la carne. Detrás de este fenómeno se encuentra, sobre todo, la inflación, aunque también inciden los cambios paulatinos en los hábitos de consumo.
Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el consumo de alimentos en los hogares ha pasado de un volumen de 28.670 millones de kg en 2019, último año antes de la pandemia, la crisis energética y la inflacionista, a 26.750 millones en 2023, una reducción de la cantidad comprada del 6,69%.
Por productos, los más afectados han sido los pescados, con una reducción del 17,37%, el aceite (-15,99%) y la carne (-13,51%), seguidos de las hortalizas y patatas (-11,7%), el pan (-11,17%) y las frutas frescas (-11,15%). Cabe destacar que las comparaciones se han realizado con medias móviles de 12 meses partiendo del mes de referencia, abril, el último con datos en 2023.
Sin embargo, comprar menos no se ha traducido en un ahorro. Pese a apretarse el cinturón, los hogares terminaron gastando un 11,13% más en alimentos que en 2019 por las constantes subidas de precios. Esto ha hecho posible que algunas empresas consigan incrementar sus ingresos a pesar de la caída de ventas, como las del sector del aceite, cuya demanda descendió un 13,8% entre los meses de mayo de 2022 y abril de 2023, pero consiguió facturar un 12,99% más que en el periodo anterior, según indica el ministerio.
Los volúmenes de consumo de alimentos en el hogar de 2022 y los primeros meses de 2023 son los más bajos de los últimos 17 años, según permite consultar la serie histórica. En contraste, los meses más afectados por la pandemia marcaron récords de consumo en los domicilios al reducirse drásticamente el gasto en bares y restaurantes.
Las cifras de abril de 2023, las más actuales, apuntan a una ligera recuperación del consumo de alimentos en los hogares en comparación con el mismo mes de 2022, con un aumento del 2,7%. De mantenerse en siguientes meses, podría estar reflejando los primeros efectos de la recuperación de parte del poder adquisitivo por subidas salariales más elevadas desde finales de 2022.
Sustitución por productos más baratos y básicos
La CNMC apunta en el estudio publicado este jueves acerca de la reducción del IVA de los alimentos que la caída en el consumo alimentario de los hogares está relacionada con la inflación. Además, señala que el incremento de los precios de los alimentos ha dado lugar a cambios en los hábitos de compra de los consumidores, como el fenómeno downtrading. Esto consiste en que los consumidores sustituyen productos más caros por otros de marcas más económicas, alimentos frescos por procesados o enlatados y fuentes de proteínas más caras por otras más baratas.
Según competencia, este fenómeno “se ha dado en España de forma relevante en los últimos tiempos”. En concreto, el 49,5% de los consumidores (un 3,9% más) compró en diferentes tiendas para aprovechar los mejores precios en 2022 y el 62,7% (un 5,1% más) siempre comparó precios entre distintas marcas antes de elegir una. En esta línea, la CNMC también constata mayor peso de los productos en promoción o descuento en la cesta de la compra de los hogares.
En cuanto a los productos que se dejan de comprar más y sus sustitutos, la CNMC asegura que en los primeros meses de 2023 se ha apreciado una mayor presencia de productos básicos, como el pan, el arroz, las pastas o las legumbres y una reducción de productos más caros: carnes, pescados, frutas y verduras y aceite.
La composición de la cesta de la compra y la inflación de algunos productos, muy por encima del resto, explican en gran medida estos comportamientos. La carne y el pescado no son los que más peso tienen en volumen en la cesta de la compra, pero sí son a los que se destina más dinero dados sus elevados precios, por lo que reducir su consumo y sustituirlos por proteínas más baratas supone un ahorro. De hecho, el consumo de huevos no se ha reducido en comparación con 2019 (ha subido un 0,6%).
Por otra parte, el aceite ha multiplicado su precio a un ritmo superior al resto de alimentos. A modo ilustrativo, el aceite de oliva se ha encarecido un 85,91% a fecha de julio de 2023 en comparación con el mismo mes de 2019.
El comercio minorista aumenta los márgenes
Con la publicación del último dato del IPC del mes de julio este viernes, los sindicatos UGT y CCOO y la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, han puesto el acento una vez más sobre los márgenes empresariales de la cadena alimentaria pidiendo “actuar” sobre ellos.
Según los datos de la Agencia Tributaria que difunde el observatorio de márgenes, creado recientemente por el Banco de España y el Gobierno para vigilar la evolución de los mismos, los márgenes sobre ventas se han incrementado en las empresas con mayores cifras de negocio (las del quintil 4). Sin embargo, sí hay un aumento generalizado de márgenes sobre ventas en el comercio minorista si se comparan los datos del primer semestre de 2023 con los del año 2019.
El comercio minorista son las tiendas que venden directamente al consumidor, en ellas se incluyen, por ejemplo, los supermercados, pero también otro tipo de tiendas no especializadas en alimentación.
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