Cualquier época del año es perfecta para disfrutar de la naturaleza, los bosques, prados y paisajes que existen a lo largo y ancho de la geografía española. Sin embargo, tanto en la primavera como el verano resulta más apetecible hacer una escapada a estas ubicaciones, alejadas de la civilización, en las que respirar aire puro y desconectar del estrés del trabajo y la rutina. Y si encima tiene lago, laguna o una cascada todavía se hace más atractivo, debido a las elevadas temperaturas que está registrando España durante este verano. Uno de los lugares en los que disfrutar de una escapada de este estilo es la Foradada de Cantonigròs, una de las piscinas naturales más bonitas de España, a la que se accede a través de un agujero.
Esta cascada se encuentra situada en la localidad de Cantonigròs o Cantoni, una pequeña localidad que forma parte del municipio de L’Esquirol (Barcelona), el cual pertenece al Espacio Natural de Collsacabra. Para llegar a su idílica piscina natural es necesario realizar una ruta que parte desde el mismo pueblo y que está perfectamente señalizada. Para los menos aventureros, la ruta es sencilla, es decir, que se puede realizar en familia sin ninguna dificultad, ya que es lineal y solo tiene 2 kilómetros de ida y de vuelta. En menos de media hora ya se pueden ver las aguas cayendo de la cascada y al lado un enorme agujero.
Te puede interesar: El pueblo más buscado por los extranjeros para comprar casa en España: playas paradisíacas en Alicante
Un precioso rincón natural y especia protegido
El agua de la piscina natural cuenta con un tono verdoso que contrasta con el gris de las piedras y paredes rocosas que ocultan la cascada de ojos curiosos y que da ese encanto a esta ubicación. La cascada es uno de los atractivos de este lugar, provocando un sonido relajante al caer en la poza que la convierte en todo un paraíso natural. Unas tonalidades visuales y auditivas que se potencian todavía más cuando llueve y que lo convierte en todo un escenario de ensueño que invita a darse un chapuzón.
Sin embargo, en el año 2019, el Ayuntamiento de L’Esquirol decidió poner un precio de dos euros para los visitantes, así como limitar el aforo a 50 personas. A estas medidas se sumaron también la prohibición de bañarse, hacer pícnic en las inmediaciones y llevar perros sueltos. Y es que, se trata de un espacio protegido y, por lo tanto, es necesario preservarlo. El Consistorio detalló que el objetivo de esa medida era concienciar al visitante sobre el impacto de la huella humana en el medio natural y reducir el comportamiento incívico de sus visitantes, así como “cortar la masificación en la poza”.
Te puede interesar: El pueblo que tiene el castillo más curioso de España: está formado por dos fortalezas
El molino, el mirador de Ter o la Ruta Morro de l’Abella
Además de la Foradada de Cantonigròs, existen otros puntos turísticos por la zona que merecen una visita, como el Molí de la Foradada. Se trata de un antiguo molino de harina, que actualmente se encuentra en ruinas. A este se suman también el mirador del Ter desde el que contemplar el paisaje y, en especial, el río Ter que le da su nombre o el antiguo monasterio benedictino de Sant Pere de Casserres, el cual se encuentra en lo alto de la colina que hay en el meandro. Y, por último, la Ruta Morro de l’Abella, a través de la cual se puede disfrutar de las vistas al pantano de Sau.
Cómo llegar
Para llegar a esta idílica cascada es necesario coger la C-153 en dirección al pueblo de Cantonigròs. Una vez en esta localidad hay que dirigirse al campo de fútbol que se encuentra a la entrada del pueblo y desde ahí comenzar la ruta hacia la Foradada de Cantonigròs, cuyo sendero cuenta con señales que indican en todo momento el camino hacia la cascada.
Seguir leyendo: