España es el paraíso para los jubilados extranjeros. Tras toda una vida trabajando, aquellos que hayan tenido la suerte de haber podido ahorrar buscan el retiro perfecto. Y lo hacen en el lugar que consideran ideal: nuestro país. Se podrá decir muchas cosas de España —buenas y malas—, pero poca gente puede poner en duda que es un lujo por su buen clima, los vinos, la inmensidad de senderos, piscinas naturales o pueblos encantadores que se pueden visitar.
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El interés en la península ibérica es evidente. No solo en grandes ciudades o en los típicos lugares como Marbella, sino que existe una gran predilección por los pueblos, y en concreto, los de menos de 5.000 habitantes situados cerca del mar. Pero hay uno en concreto que ha generado más curiosidad y que se ha convertido en el más buscado por los extranjeros, según un estudio relizado por Idealista en el que analiza las visitas recibidas en su base de datos durante junio y julio. Se trata del municipio alicantino de Benitaxtxell.
Por qué triunfa Benitaxtxell
No es casualidad que los jubilados aspiren a vivir en Benitaxtxell ya que sus calas son un emblema de la Comunitat Valenciana. “Te sumergen en un ambiente paradisíaco gracias a sus aguas transparentes y sus paisajes abruptos”, explica la página de turismo de la región en su página web. Se encuentra escondida tras el macizo del Puig Llorença, la cala del Moraig es la más representativa del municipio y, además, cuenta con el distintivo de Bandera Azul y ha recibido una mención especial al servicio de socorrismo por parte de la Fundación Adeac.
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Sus playas y calas destacan por muchos motivos, pero principalmente porque ofrecen numerosas actividades acuáticas que te permitirán disfrutar de la vida marina de la zona. Entre otros deportes, puedes practicar snorkel, submarinismo, patines acuáticos o actividades para la promoción de la educación ambiental.
La web de turismo de la Comunitat Valenciana recomienda visitar la Cala dels Testos. “Se trata de una pequeña cala virgen, de grava, que se caracteriza por ubicarse en un enclave excepcional, ya que está delimitado por las paredes verticales de los acantilados y por el imponente Morro Falquí. Es una cala aislada a la que únicamente se puede acceder por mar o a través de una senda, lo que le confiere un carácter tranquilo y acogedor”, asegura.
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Por otro lado, los amantes de las calas también deben visitar Llebeig, de grava y roca, “capaz de trasladarnos a otra época con su carácter marinero y familiar”. Para acceder a ella a pie es necesario seguir la Ruta de los Acantilados, un agradable recorrido por la naturaleza de El Poble Nou de Benitatxell.
Finalmente, quienes visiten el pueblo con intención de averiguar si se quedarían a vivir en él, deben dar un paseo por el casco antiguo del municipio y conocer la iglesia de Santa María Magdalena, el Portalet o el Oratorio Jaime Llobell. “Su gastronomía tradicional y mediterránea pondrán el punto final a esta experiencia inolvidable. El putxero, las cocas, el cruet o el caspell son algunas de las recetas tradicionales que te cautivarán y te harán sentirte como en casa”, concluyen desde la web de turismo.
Otros pueblos en los que disfrutar de la jubilación
En el ranking de Idealista, los tres siguientes puestos son para municipios gerundenses: Begur, Pals y Llançà. El pódium de los cinco primeros se completa con el municipio alicantino de Arenales del Sol. Les siguen los municipios malagueños de Frigiliana y Cómpeta, antes del mallorquín Ses Salines. En noveno puesto está Ponga en Asturias, seguido por Alcossebre (Castellón), Els Poblets y El Verger (los dos en Alicante), Cala d’Or (Baleares), Busot y Algorfa (también en Alicante).
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Los cincos puestos finales de este top 20 de pueblos se completan con Sencelles (Baleares), Ojén (Málaga), Formentera del Segura (Alicante), L’Ampolla (Tarragona) y San Juan de los Terreros (Almería).
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