El PSOE negocia con los independentistas catalanes la constitución de la Mesa del Congreso, pues los 14 votos de ERC y Junts (siete cada uno) son imprescindibles para ganar esta primera batalla de la legislatura. Y, aunque desde ERC, la diputada Teresa Jordà reclamó este jueves hablar de “política” y no de “nombres”, los socialistas, que necesitarán los mismos números para esta cita del próximo 17 de julio que para la investidura de Pedro Sánchez, quieren separar ambas negociaciones; ir paso a paso.
Y es que, más allá de ponerse de acuerdo con su socio de gobierno, Sumar, el PSOE tratará de pescar los votos de la mayoría de fuerzas minoritarias con representación en el arco parlamentario para obtener una mayoría que supere los 172 votos a los que aspira el bloque de la derecha (PP, Vox, UPN y, posiblemente, Coalición Canaria). Es decir, tanto en una votación como en otra, PSOE y Sumar deberán contar al menos con el respaldo de ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNG. Todos ellos sumarían 178 diputados.
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En este contexto, el PSOE, con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, al frente de esta tarea, quiere centrarse ahora en las cuestiones técnicas para dejar los temas más espinosos, sobre todo los referidos a los puramente políticos, como la amnistía o la autodeterminación, para la siguiente fase de la negociación. En cualquier caso, en medio de unas conversaciones a varias bandas y con la máxima discreción, fuentes socialistas no descartan abordar al menos el asunto de la amnistía más adelante, aunque eso no significa que se alcance un acuerdo en torno a esta cuestión.
“No es el momento de hablar de contenidos. Iremos viendo”, informan estas fuentes cercanas a la negociación, que asumen que, tarde o temprano, los independentistas pondrán este asunto encima de la mesa y que tendrán que lidiar con ello, aunque los socialistas siempre se han mostrado radicalmente en contra, comenzando por su secretario general, Pedro Sánchez.
“No es el momento de hablar de contenidos. Iremos viendo”
“El independentismo pedía amnistía y referéndum y no han tenido, ni tendrán, ninguna de las dos cosas”, dejó claro el presidente del Gobierno en funciones durante la campaña, un mensaje repetido ante el cuestionamiento por sus decisiones sobre los indultos o la derogación del delito de sedición.
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En lo relativo al problema político en Cataluña, el PSOE ha defendido el actual clima entre la sociedad catalana para compararlo con el de 2017, en pleno procés. “Hoy, afortunadamente, Cataluña no es uno de los principales problemas de los ciudadanos, y en Barcelona y el resto de localidades de Cataluña se respira convivencia”, ha subrayado Sánchez en muchas ocasiones. De hecho, en esta tierra, el PSOE consiguió ser la primera fuerza (19 escaños), sumando más diputados que los partidos independentistas, lo que supuso un espaldarazo a la hoja de ruta de los socialistas.
Si bien, el resultado electoral del 23-J deja a ERC y Junts en una situación preponderante en las negociaciones. Conscientes de ello, ambas fuerzas han avisado de que la amnistía y la autodeterminación serán su principal caballo de batalla, al margen de otras reivindicaciones económicas y en materia de infraestructuras. Este mismo jueves, tras la entrega de las credenciales, la propia Jordà pidió a Sánchez “mirada larga” y que “atienda nuestras demandas”.
ERC apuesta por un candidato socialista para presidir la Mesa
En cuanto a la posibilidad de que sea un candidato socialista quien presida la Mesa del Congreso, la diputada republicana, encargada de dichas negociaciones, apostó claramente por esta opción. “La supuesta mesa progresista pasa por que la presida el PSOE”, añadió en declaraciones a los medios.
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Asimismo, ERC da por hecho que tanto esta fuerza como Junts tendrán grupo parlamentario propio, a pesar de que no cumplen los requisitos. Y es que, los socialistas se han mostrado dispuestos a facilitar esta ventaja como aliciente para pescar votos en los ríos independentistas.
Cabe recordar que ninguna de estas fuerzas cumple con ninguno de los requisitos (contar con al menos 15 escaños, o superar los cinco diputados y obtener el 15% en todas las circunscripciones en las que se concurre, o bien el 5% de los votos en todo el país). Si bien, ambos tienen más de cinco escaños y están cerca de la barrera del 15%, por lo que la Mesa del Congreso, como ha hecho en otras ocasiones, podría perdonar estas escasas décimas o incluso permitir el préstamo de diputados de otros grupos.
Asimismo, fuentes republicanas han manifestado su deseo de poder ostentar la presidencia de dos o tres comisiones una vez constituida la mesa del Congreso, algo que el partido ya disfrutó en la anterior legislatura con la presidencia de la Comisión de Industria.
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