Este miércoles, el tren de Renfe que tenía que cubrir la ruta Tortosa-Barcelona no pudo salir a su hora de la estación. El Rodalies tenía que haber partido de la capital del Baix Ebre a las 20.55 horas. Sin embargo, el convoy tardó media hora en arrancar. Los viajeros, acostumbrados a los retrasos en el servicio, desconocían el motivo de la demora: averías en la vía, problemas en la catenaria o cortes por alguna incidencia. Sin embargo, lo que ocurrió esta vez dejó a los pasajeros sin palabras: dos personas tenían sexo en la cabina de la locomotora.
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Según ha avanzado el Diari de Tarragona, el interventor del tren y una mujer se habían colado en el puesto del maquinista para disfrutar de un encuentro sexual a escondidas. Renfe ha confirmado que ha abierto un expediente informativo para aclarar los hechos, de modo que el affaire podría derivar en una sanción para el trabajador. El tren cubre una de las rutas más largas de la red de cercanías de Cataluña, fuente habitual de retrasos e incidencias.
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El maquinista encontró a los dos protagonistas de la historia in fraganti cuando se aproximó a la cabina del tren, poco antes de la hora prevista de salida. El empleado puso los hechos en conocimiento de la empresa y comunicó su negativa a conducir la unidad, pidiendo una “limpieza exhaustiva”. Por lo general, estos lugares son espacios de pequeñas dimensiones, por lo que los mandos de conducción estaban sin higienizar. Renfe activó una locomotora de repuesto y la enganchó al resto de vagones.
Este cambio provocó un retraso de 30 minutos en la salida del tren, que opera entre Tortosa y Barcelona. El operador público ha abierto un expediente y cabe la posibilidad de que se termine imponiendo una sanción al interventor por mantener una conducta inapropiada en el puesto de trabajo. El encuentro sexual, en este sentido, podría salirle caro al empleado.
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