Aitana Bonmatí contra Jill Roord: el duelo en el centro del campo que puede marcar el España - Países Bajos

La selección femenina de fútbol busca este viernes el pase a sus primeras semifinales de un Mundial ante la vigente subcampeona: directa en ataque y sólida en defensa, supondrá el reto más exigente hasta la fecha

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Aitana Bonmatí y Jill Roord (Montaje Infobae España, AP y Reuters)
Aitana Bonmatí y Jill Roord (Montaje Infobae España, AP y Reuters)

España ya ha hecho historia en este Mundial femenino de fútbol, pero opta a mejorar aún más el lugar que le tendrán reservado las enciclopedias en lo que respecta a la edición de 2023. Alcanzados por primera vez los cuartos de final, toca afrontar, para debutar también en unas hipotéticas semifinales, el examen más difícil de los que ha traído consigo el campeonato por ahora: Países Bajos, vigente subcampeona del mundo y campeona de Europa en 2017 (este viernes a las 3.00 horas, La 1 y RTVE Play).

El encuentro se presume de altos vuelos, con una demarcación que puede ser clave para el resultado final: el centro del campo. Es en esa parcela del terreno de juego donde han brillado sobremanera las que son, de forma indiscutible, dos de las grandes protagonistas de esta Copa del Mundo: Aitana Bonmatí y Jill Roord. Quien más brille de las dos en Wellington tiene muchas posibilidades de conducir a sus compañeras a la siguiente ronda.

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Por un lado, la española, que ha marcado dos de los goles más extraordinarios de la competición y, sobre todo, ha destapado su tarro de las esencias como nunca antes con La Roja. Su candidatura para hacerse con el Balón de Oro ha ganado todavía más hechuras, después de haber hecho ya méritos dignos del galardón en una temporada de sobresaliente con el FC Barcelona. Ante Suiza, Bonmatí demostró que la posesión sí puede dar réditos a las de Jorge Vilda cuando quien propone y dispone es ella.

Aitana Bonmatí entrenándose con España (REUTERS/Amanda Perobelli)
Aitana Bonmatí entrenándose con España (REUTERS/Amanda Perobelli)

Desaparecida (como todo el equipo) en el harakiri contra Japón, la de San Pedro de Ribas volvió a ser determinante cuando mayores eran las dudas alrededor de las españolas. Está claro que se necesita de la mejor versión de Aitana para soñar, y está respondiendo con creces: en plena madurez futbolística (25 años), ha hecho olvidar a una Alexia Putellas recién recuperada y que sigue lejos de su nivel óptimo y, al igual que en el Barça, ha cogido las riendas con determinación. Así pues, todo parece indicar que la selección será o no será en el ámbito mundialista en función del rendimiento que atesore Bonmatí en lo que está por venir.

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Objetivo: neutralizar a Roord

Lo mismo se puede decir de la encargada de liderar a las neerlandesas en lo que va de torneo. Apenas un año mayor que Aitana, Jill Roord se ha convertido en la segunda máxima goleadora de este Mundial. Sus cuatro tantos han hecho posible el más difícil todavía para la Oranje: olvidar, de alguna manera, la baja por lesión de su estrella recurrente, la delantera Vivianne Miedema. No contar con la delantera del Arsenal pesa menos cuando la protagonista del traspaso más caro de la historia del balompié femenino (se va al Manchester City por más de 400.000 euros) justifica su caché como está haciéndolo.

Roord no es la única amenaza de la primera línea ofensiva de Países Bajos. Tampoco se puede perder de vista a Esmee Brugts (dos goles) ni a Lieke Martens, vieja conocida de unas cuantas de sus rivales de la piel de toro y la mejor distribuidora de juego holandesa (dos asistencias). Entre los peligros considerables, hay que mencionar, además, a Lineth Beerensteyn (un gol).

El peligro de este combinado no acaba en el ataque, sino que se extiende al aspecto defensivo: sólo han encajado un tanto hasta ahora. Buena parte del mérito lo tiene la portera Daphne van Domselaar, a la que nadie conocía hace poco más de un año y que se ha vuelto insustituible. La combinación de la verticalidad en lo ofensivo con la fortaleza atrás da como resultado un adversario temible.

Jill Roord a punto de marcar ante Vietnam (REUTERS/Molly Darlington)
Jill Roord a punto de marcar ante Vietnam (REUTERS/Molly Darlington)

Ni siquiera la ausencia para esta eliminatoria de otra fija en la medular como Danielle van de Donk (por acumulación de tarjetas) parece demasiado preocupante. El talento en nómina es tal que la solidez resiste. Es ese componente rocoso en la totalidad del césped el que obligará a picar piedra a España para, con unas armas muy similares a las de las herederas de Cruyff, ser nada menos que semifinalista planetaria.

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