Los otros Ricky Rubio del deporte español: “Al final, crees que el suicidio es la única solución”

Rafa Muñoz, exmedallista mundial de natación y Victoria Cid, exremera, explican en ‘Infobae España’ cómo vivieron y superaron sus respectivas depresiones. “No le ves sentido a la vida”

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La salud mental es intangible que cada vez se nombra con más asiduidad entre los deportistas de élite que pagan un peaje, invisible a ojos de los aficionados, pero extremadamente duro para ellos mismos

“He decidido parar mi actividad profesional para cuidar mi salud mental. Quiero agradecer todo el apoyo que he recibido de la FEB para entender mi decisión. Hoy #LaFamilia tiene más sentido que nunca. Gracias. Pediría que se respetara mi privacidad para poder afrontar estos momentos y poder dar más información cuando sea el momento”. Así, a través de un comunicado emitido el pasado sábado por la FEB, Ricky Rubio anunció que paraba su actividad como jugador de baloncesto hasta nuevo aviso.

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A sus 32 años, tras superar una lesión en el ligamento cruzado que le tuvo apartado más de un año de las pistas, regresaba a una selección en la que iba a ser uno de los capitanes y con la que no competía desde los Juegos Olímpicos de Tokio. Sin embargo, Scariolo deberá afrontar el reto de revalidar la corona mundialista sin el base que fue clave en la victoria de hace cuatro años. “Ser capitán conlleva una responsabilidad adquirida. Eso también puede hacer que se replantee si está capacitado en este momento para ser esa figura. Puede suceder. Todas las miradas estarían puestas en él y eso no es una presión como puede ser meter una canasta”, argumenta la psicóloga Marta Panizo a Infobae España.

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Ricky, que ya se planteó la retirada cuando falleció su madre en 2016, ha decidido parar con el objetivo cuidar su salud mental. Un intangible que cada vez se nombra con más asiduidad entre los deportistas de élite que pagan un peaje, invisible a ojos de los aficionados, pero extremadamente duro para ellos mismos. Atletas de alto rendimiento como Victoria Cid, exremera y Rafa Muñoz, exmedallista mundial de natación, sufrieron y superaron una depresión generada debido a la presión del deporte de élite. Ambos, atienden a ‘Infobae España’ para explicar cómo fue su camino hasta la recuperación.

“No le ves sentido a la vida”

En mitad del desierto que atravesaba y atraviesa la natación española, Rafa Muñoz emergió como un talento precoz capaz de lograr imposibles como parar el cronómetro al mismo tiempo que Michael Phelps en el 100 mariposa o incluso poseer durante nueve años el récord mundial en los 50 metros del estilo mencionado. A los 21 años fue plusmarquista mundial en dicha prueba, a los 22 y los 24 fue campeón de Europa y a los 28 años, decidió colgar el bañador. Había superado una depresión e intentos de suicidio, pero decidió poner fin a su carrera deportiva. “¿De quién es responsabilidad cuidar de la salud mental? ¿Sólo del deportista o también de la entidad a la que representa?”, reflexiona Rafa.

“Da mucha pena y es lamentable que los deportistas tengan que hacer un punto y aparte o seguido porque carecen de apoyo mental. La Federación debe respaldar mentalmente. En aquel momento me sentí desamparado a nivel federativo e institucional. No recuerdo una llamada de la Federación interesándose sobre mi estado de salud. Recibí el apoyo a última hora”, asegura Rafa Muñoz antes de explicar cómo se dio cuenta que sufría una depresión.

“A nivel de rendimiento deja de ser igual. No tienes ganas de exigirte, la mente no es capaz de tirar del cuerpo y el umbral de sufrimiento baja. Te llegas a plantear si tiene sentido seguir haciendo deporte o no”. La disyuntiva que esgrime el nadador no existió en un primer momento para Victoria Cid, remera que pese a estar diagnosticada con depresión, su primer impulso fue el de seguir entrenando al máximo nivel. “Lo primero que digo cuando me dicen que sufro depresión es que quiero seguir compaginando estudios y entrenamientos de alto rendimiento. No pensaba que llegaría a tener que parar, me di cuenta casi un año después cuando me dio un ataque de pánico en un campeonato de Europa”, recuerda Victoria, campeona de España en 2018 con Núria Puig y en 2019 con su hermana, Aina.

“La única solución que vemos es matarnos”

El nivel de entrenamientos, concentración, estricta alimentación y presión por lograr resultados puede generar cuadros de estrés y ansiedad que desembocan en una depresión de la que es complicado salir. Por momentos, los deportistas sólo ven una salida. “No le ves sentido a la vida. Lo único que haces es hacer daño a las personas de tu alrededor y a ti mismo. Al final, ves que la gente se va quedando sin recurso y piensas ‘me quito del medio para que no sufra nadie’. En el mundo del deporte es recurrente pensar en este tipo de cosas cuando uno entra en depresión. Hay muchos deportistas que se han quedado en el camino. Es algo que siempre está ahí”, analiza Rafa.

“Tenía ideas de suicidio. Las tuve antes de parar los entrenamientos. Doy gracias de haber tomado la decisión de poner pausa y decir basta. Cuando tienes enfermedades mentales, al final, la única solución que ves es el suicidio. No más allá. Mentalmente se está tan cargado que lo que quieres es apagar tu cabeza. La única opción que vemos es matarnos”, ratifica Victoria Cid, que además desengrana su vivencia. “Me veías y estaba bien, pero el deporte me exigía cosas que no podía hacer, como trasladarme de lugar de entrenamiento. Cada vez que lo hacía se me desestabilizaba todo, pero no iban a dejar de hacer cosas por mí”.

“Como deportista sólo quieres competir y ser la mejor y las enfermedades mentales pasan a un segundo plano. Cuando tenemos problemas físicos, paramos sin rechistar, pero infravaloramos las enfermedades mentales. Pensamos que no es nada y que se curará. Para mí ha sido una de las peores cosas que me han podido pasar”, reconocer Victoria.

“El psicólogo me salvó la vida”

La depresión es un intangible silencioso e invisible del que, en la mayoría de casos, se necesita ayuda profesional para salir. “Luchar es difícil porque hay un demonio dentro que gana a la conciencia. Es muy importante acudir a un especialista, pero sobre todo confiar en él. Te ayuda a reorganizar la cabeza y dar sentido a todo. A mí me salvó la vida. Si no hubiese sido topado con él, tal vez también seguiría vivo, pero no lo sé”, afirma el nadador cordobés.

Por otro lado, Victoria Cid reconoce que la medicación es la mejor herramienta, pero desvela una técnica que a ella le ayudó a ir mejorando. “Explicar lo que viví y hablar de ello fue terapéutico para mí. Me gusta escribir. Es como que el papel lo aglutina todo en lugar de la cabeza. Tengo un diario en el que escribía mis pensamientos y luego con el tiempo lo leía y parecía que no era para tanto”, cuenta Cid.

“Sin salud mental, el resto de proyectos fracasan”

Ricky Rubio ha decidido pausar su actividad deportiva para cuidar su salud en un momento donde aparentemente estaba recibiendo estímulos positivos como el regreso con la selección y su capitanía. “Es complicado tomar la decisión por el tipo perfil que es. Un hombre hablando sobre problemas de gestión emocional en un mundo en el que no está tan normalizado como es el deporte masculino. Tiene mucho valor y es muy difícil dar ese paso porque no hay tantos antecedentes. De ahí la complejidad. Si no hay salud mental, el resto de proyectos no funcionan”, explica la psicóloga Marta Panizo.

Ahora Ricky Rubio entra en esa fase de recuperación que pasaron Rafa Muñoz y Victoria Cid. “Necesita que respeten su tiempo y espacio. Si no quiere contar más, deben dejarle reposar y respetar sus ritmos de recuperación porque eso dificulta más el proceso de recuperación. Debe trabajar mucho a nivel cognitivo porque él ha vivido siempre en un mundo en el que nunca se le ha permitido fallar”, apunta Panizo.

La salud mental, aunque aún tiene un largo camino que recorrer, poco a poco, va dejando de ser un tema tabú. “A veces hasta que no se ve el daño físico no somos consciente de la gravedad que es sufrir una enfermedad mental”, apunta Marta. Ricky no está solo, cuenta con el apoyo de la FEB y todos sus compañeros. La fortaleza humana que viene demostrando este grupo será uno de los pilares más sólidos para el base.

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