La policía tailandesa acusará a Daniel Sancho de asesinato premeditado

La justicia de Tailandia sigue trabajando en el caso de Daniel Sancho, el chef español hijo del actor Rodolfo Sancho que ha confesado haber asesinado y descuartizado al cirujano colombiano Edwin Arrieta. Con el joven ya en prisión provisional a la espera de juicio, la policía se encuentra armando su caso para presentarlo ante los tribunales.

Así lo ha confirmado Surapong Thanomjit, teniente general de la región en la que se encuentra Koh Phagan, donde tuvo lugar el crimen, quien ha desvelado que la intención de la policía es acusarle de asesinato premeditado y ocultamiento o robo de cadáver.

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De momento, los agentes encargados del caso no tienen previsto de momento volver a interrogar a Sancho, ya que se encuentran “acumulando todas las pruebas posibles”, tal y como ha conocido EFE desde la comisaría de la isla. La investigación sigue su curso, pero de momento barajan dos posibles móviles, ambas con el denominador común de que verdugo y víctima se conocían de antemano, como ha quedado sobradamente demostrado.

La intención de los investigadores es que el joven español sea juzgado por asesinato premeditado, pues así obtendría una pena mucho mayor que si hubiera sido algo improvisado. “Tenemos suficientes evidencias y ahora depende del tribunal empezar el juicio”, ha dicho por su parte el jefe de la comisaria de Koh Phangan a France Presse.

Contando desde este domingo, cuando Daniel entró en prisión, la policía tiene un plazo de 84 días para terminar un primer informe de la investigación, el cual entregará al fiscal, y sería entonces cuando podría empezar el juicio. En este tiempo, además de encontrar el crimen, tienen que averiguar si el cocinero español había preparado o no el asesinato, además de hallar los restos del cuerpo de Edwin que faltan.

Su abogado, Khun Anan, ha sido, de momento, el único que ha podido hablar con Daniel Sancho desde su ingreso en prisión y, según ha contado, está “relajado”. “Él sabe lo que hizo; le he explicado el proceso (...). Quiere planear cómo vivir aquí dentro”.

Antes de entrar en la cárcel, Daniel Sancho, por su parte, ha asegurado en varias comunicaciones que ha hecho tras su detención que Edwin Arrieta le estaba chantajeando con hacer públicas diferentes fotografías íntimas que tenía en su poder. En el interrogatorio ha confesado que se conocieron hace un año a través de las redes sociales y, tras hablar por teléfono, intercambiaron imágenes privadas. Después tuvieron relaciones sexuales y el doctor colombiano llegó a darle 10.000 euros para emprender, además de una tarjeta de crédito.

“Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula. Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho”, ha dicho al respecto. La idea de romper relaciones, siempre según Daniel, no habría gustado a Arriaga, que le chantajeó con publicar esas fotografías para dañar la reputación familiar de los Sancho.

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