Durante esta semana, España sufre la tercera ola de calor de 2023, con temperaturas que alcanzarán los 44ºC y con varios avisos rojos en zonas como Jaén y Madrid. De hecho, este miércoles se pueden batir récords y alcanzar temperaturas nunca vistas en el país desde que hay registros.
El cambio climático ha provocado que la ciudadanía normalice las olas de calor, a pesar de que ha habido una crecida considerable de estas fases de calor en comparación con el siglo XXI. La prueba es que desde 1975 y el año 2000, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) constató un total de 16 olas de calor, mientras que en este nuevo milenio ya se han contabilizado 30.
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Sin embargo, ninguna ola de calor ha llegado a ser tan duradera como la vivida en 2015. Aquel año hubo dos olas de calor, una durante tres días de julio, pero otra que superó todos los registros y que se extendió durante 26 días. Casi un mes entero, medio verano, España se vio atravesada por un fuerte aumento de las temperaturas.
Desde el 27 de junio al 22 de julio, España sufrió la ola de calor más grande que se recuerda. Afectó a 30 provincias, cifra que solo han podido superar otras nueve olas de calor. Desde ese aumento de las temperaturas de 2015, sin embargo, se ha normalizado que la subida de los termómetros afecte de forma tan masiva por el país: si hasta ese año solo había pasado en cuatro ocasiones, desde entonces las olas de calor que han impactado más de 30 provincias han sido cinco —sin contar aún las de 2023—. En solo siete años ya se han superado registros de los 39 años previos.
¿Cómo se explica esa ola de calor?
Es del todo inusual que una ola de calor aguante durante 25 días seguidos. En 2022, dos olas de calor se extendieron durante 34 días, pero entre medias hubo un breve intervalo de cuatro jornadas donde las temperaturas se redujeron levemente, así que cuentan separadas.
Durante casi todo el mes, la oleada afectó a todo el país, desde Orense hasta Málaga, España se vio atravesada por las condiciones climatológicas adversas y el calor fue protagonista durante todo el mes de julio. La única provincia del centro de la península que no estuvo en alerta por ola de calor fue Cáceres, que aun así sufrió temperaturas muy altas, pero dentro de su media histórica habitual. El norte, como de costumbre, se salvó, y desde A Coruña hasta Gipuzkoa se vivió al margen de este ascenso de los termómetros.
¿Qué es una ola de calor?
La AEMET considera ola de calor “un episodio de al menos tres días consecutivos, en que como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000″, asegura la agencia.
Respecto a la ola de calor de 2015, la AEMET explica a Infobae España los motivos técnicos que la explican: “En aquella ola de calor, de 25 días de duración, se mantuvieron de forma muy persistente las condiciones que originaron las altas temperaturas, con una dorsal (zona de altas presiones asociada a aire cálido) sobre el territorio peninsular que no varió significativamente su posición desde finales de junio hasta la tercera decena de julio”, asegura Rubén del Campo, portavoz de la agencia estatal.
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