El PP no desistirá en su carrera por intentar liderar una sesión de investidura. Así lo ha vuelto a sellar el partido este miércoles en la reunión del Comité de Dirección, que se produce después de que Vox haya ofrecido el apoyo de sus 33 diputados y UPN reiterara su disposición a investir al candidato popular, Alberto Núñez Feijóo. También, después del acercamiento a Coalición Canaria, con quien se trabajará en los próximos días, pero a su vez tras el portazo del PNV al PP.
El PP asegura que ya dispone de 171 escaños y con el eventual respaldo del partido canario, esta cifra podría alcanzar los 172, por lo que situaría a Feijóo a cuatro escaños de la mayoría absoluta. Asimismo, está la opción de ser investido en segunda vuelta por mayoría simple, más síes que noes, pero la incógnita que el partido no revela es con quién más podría contar el PP para alcanzar este fin ante el presumible voto en contra del PSOE (121), Sumar (31), ERC (7), EH Bildu (6), PNV (5), BNG (1) y el más que probable no de Junts (7). Todos ellos suman 178 escaños frente a los 172 a los que podrían aspirar los de Feijóo.
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Si bien, con estas cuentas, la secretaria general del partido, Cuca Gamarra, ha sugerido al rey Felipe VI que designe a Feijóo como candidato a la investidura. “Si el jefe del Estado encomienda a Feijóo la investidura, cumpliremos con nuestro deber”, ha aseverado ante los medios en una rueda de prensa en pleno periodo estival.
Después de que la Junta Electoral Central rechazara el pasado lunes el recurso del PSOE para revisar los votos nulos en Madrid, el resultado definitivo de las elecciones deja al PP con 137 escaños y al PSOE con 121. Si bien, en el actual sistema parlamentario, la lista más votada no es necesariamente la que tiene el derecho a gobernar, sino la lista que es capaz de recabar más apoyos por parte de los miembros de las cámaras legislativas.
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Es más, los propios populares han gobernado pese a no ser la lista más votada allí donde han podido en los últimos años: Andalucía, Madrid, Castilla y León, Murcia, hasta en dos ocasiones en 2019 tras la doble convocatoria electoral, y más recientemente, en Extremadura y Canarias, además de más de 140 ayuntamientos resultantes del 28-M.
No obstante, Gamarra ha recalcado que si Sánchez consigue ser designado candidato a la investidura, una decisión que adoptará el rey tras reunirse con los principales representantes de las diferentes fuerzas del arco parlamentario, y obtiene los votos suficientes para revalidar al frente de la Moncloa, “será la primera vez en la historia de España” que no gobierna el candidato más votado.
Gamarra también ha echado en cara a Sánchez que no haya felicitado a Feijóo por su victoria electoral, “algo que es lo nunca visto en democracia”, y que no haya reconocido su “derrota”, a pesar de que el secretario general del PSOE aumentó las cifras del partido con respecto a 2019, con un escaño más y cerca de un millón de votos.
Con todo, ha señalado que los socialistas están a 50 escaños de la suma del bloque de la derecha, sin contar con el más que previsible apoyo de sus socios, Sumar, y del posible respaldo del resto de fuerzas independentistas y nacionalistas que permitieron la investidura de Sánchez en 2020.
Sin prisa para negociar la constitución de la Mesa del Congreso
Por otro lado, ha restado importancia al ritmo de las negociaciones con los partidos para la constitución de las mesas del Congreso y el Senado, prevista para el próximo 17 de agosto. En la Cámara Alta, los populares tienen asegurada la presidencia al tener mayoría absoluta, pero no en el Congreso, algo que trata de conseguir el PSOE. Y es que estos, según dijo ERC, ya hablan con los republicanos y Junts. También, el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, se ha referido a los contactos mantenidos con los dos partidos catalanes para este fin, una conversaciones que “avanzan de forma positiva”.
Si bien, el PP confía en que quedan ocho días para esta cita y “en política, ocho días son un mundo”, como ha calificado Gamarra, la también actual portavoz parlamentaria del PP en el Congreso. En este sentido, ha augurado que reivindicará “que quien tiene el mayor grupo, tenga su reflejo en la presidencia de la Cámara”, una cuestión que también se antoja complicada al enfrentarse a unas cuentas iguales a las de la investidura.
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