No está todo dicho. Las elecciones generales del 23-J pueden no tener aún resultados definitivos y será este lunes cuando lo conozcamos. Es cuando se reúne la Junta Electoral Central (JEC) para decidir sobre los 30.200 votos calificados como nulos en Madrid. Lo pide el PSOE, que ya lo solicitó a la Junta Provincial, sin éxito. Según este organismo, “no deduce” que la revisión pueda alterar el reparto de escaños. El PSOE discrepa y le salen las cuentas. Tanto es así que las ha hecho públicas.
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Los socialistas calculan que necesitan apenas 1.341 votos válidos, un 4,43% de los 30.241 nulos, para arrebatar el escaño 137 que el PP obtuvo con la incorporación del voto CERA o de los españoles en el exterior, y que les devolvería los 122 con los que terminaron la noche del 23-J. Y la implicación que eso tiene: de depender del ‘sí' de Junts per Catalunya para su investidura, a Pedro Sánchez le volvería a bastar con la abstención.
“No se trata de “porcentajes descabellados o imposibles”, argumentan en Ferraz, que el PSOE tenga “algo más de cuatro votos de cada 100″ en esa revisión. Respondían a la Junta de Madrid, que se cerró argumentando que hacerla daría lugar a una “dilación injustificable” que afectaría a la propia composición de las Cortes o a la formación de gobierno. Considera que la alegación se basa en una “especulación, infundada, en función de valoraciones estadísticas”.
Las credenciales, paralizadas
Desde el pasado lunes, 31 de julio, los 350 diputados electos en los comicios pueden presentar credenciales en el Congreso de los Diputados, con plazo hasta el 16 de agosto, víspera de la sesión constitutiva de las Cortes. Pero no los electos por Madrid, en cumplimiento de la normativa y a la espera de que la JEC se pronuncie sobre el recurso del PSOE, que acusa al organismo arbitral de Madrid de vulnerar la Constitución.
En su recurso, los socialistas referencian varias sentencias, entre las que figura una del Tribunal Constitucional de 2015 en la que recuerda que “no hay en la LOREG (ley electoral) ningún precepto que prohíba expresamente reclamar la revisión de los votos nulos” y que si la ley ordena conservar esos votos es precisamente para permitir su consulta posterior en caso de problemas como el que, a su juicio, se presenta ahora: un escaño a un puñado de papeletas.
El PSOE también utiliza la baza de que hasta la jurisprudencia ha reconocido que las mesas electorales están compuestas por “ciudadanos sin conocimientos en Derecho”, por lo que la “posibilidad de error en la valoración de nulidad es muy alta”. Es por esto, recalcan, que deban conservarse los votos nulos a fin de que puedan ser examinados por “quien sí tiene una capacidad jurídica de validar los votos”, es decir, las Juntas de Zona y Provinciales.
El precedente de Alcorcón
La noche del 23-J, primer escrutinio, finalizó en Madrid con 15 diputados para el PP, 11 para el PSOE, seis para Sumar y cinco para Vox. Incorporado el voto CERA, segundo escrutinio, el PP se hizo con el diputado 16 (Carlos García Adanero) y el PSOE se quedó con 10. Por esto, los socialistas acusan además a la Junta Provincial de estar vulnerando el derecho a la participación política de su número 11 en la lista, Javier Rodríguez Palacios.
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Tras el 28-M, elecciones autonómicas y municipales, dicha junta revisó todos los votos nulos en Alcorcón. Lo hizo a instancias del PP, que se había quedado a 42 votos de ganar.
Hoy se sabe si el escrutinio del 23-J es pasado o si habrá un último recuento que vuelva -o no- a trastocar los equilibrios y las mayorías para la investidura del presidente del Gobierno, que remueva en sus vacaciones a los aspirantes Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo.
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