Como cada año, los reyes Felipe VI y Letizia volvieron a abrir las puertas del Palacio Marivent para celebrar la tradicional recepción de personalidades y autoridades de baleares. Un acontecimiento que ha dejado para el recuerdo innumerables anécdotas, aunque, la gran sorpresa de la noche de este jueves ha sido la presencia de la reina Sofía.
Siguiendo su agenda oficial en Palma de Mallorca, los reyes de España se encontraban preparados para la recepción de Marivent. Sin embargo, lo que no figuraba en sus planes, ni tampoco en la agenda real, era la presencia de la reina Sofía en el evento, quien se había marchado de Mallorca 24 horas después de que la reina Letizia llegase. Tanto es así que la Casa Real no tenía constancia de que la emérita había vuelto a Mallorca.
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Una sorpresa inesperada
La reina Sofía se encontraba de vacaciones en la isla balear cuando tuvo que poner fin a sus días de desconexión con el fin de cumplir con sus compromisos Reales. Así, la agenda de la esposa del rey Juan Carlos I dictaba que esta tenía que acudir a un evento en Motril. La emérita no podía faltar a este acontecimiento debido a que se trataba de la cumbre de los royals, quienes se reunían para rendir homenaje al desaparecido rey Balduino de Bélgica. Por lo tanto, su presencia como representante de la Casa Real era ineludible.
Al mismo tiempo, pero separados por varios kilómetros de distancia, Felipe VI y Letizia y sus hijas, la infanta Sofía y la princesa Leonor, estuvieron presentes en el posado oficial en los jardines de Alfabia. Es la razón por la que, este jueves, la reina Sofía ha aparecido por sorpresa en la recepción del Palacio Marivent, donde se ha visto acompañada de su nuera, con quien ha derrochado una gran complicidad pese a los diferentes encontronazos que ambas han vivido, y su hijo. Durante el evento, la emérita ha deslumbrado a los allí presentes luciendo un mono camisero de estampado de animal en tonos beige combinados con unos cómodos salones negros a juego con un bolso de mano.
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