Este es el problema de salud de Napoleón que Ridley Scott omitió en la película sobre su vida: “Era una distracción”

El director de ‘Gladiator’ no ha querido dejar nada al azar y por eso decidió quitar esta parte tan importante en la vida del emperador francés

Ridley Scott se ha caracterizado a lo largo de su carrera por ser un director que cuida muy bien todos los detalles. Desde sus primeras películas de época como Los duelistas hasta las más recientes como La casa Gucci o El último duelo, el cineasta siempre se ha encargado de que sus filmes fueran lo más cercanos a la realidad y, cuando no, de lo más verosímiles. Sin embargo, con su última película el director de Blade Runner parece que ha decidido saltarse la norma, aunque según asegura ha sido por una buena causa.

Con el estreno de Napoleón, Scott pretende llevar a la pantalla la historia de una de las grandes figuras del mundo moderno, probablemente uno de los personajes más ilustres en la historia y también una figura que a día de hoy genera tanta fascinación como rechazo. La historia solo nos ha permitido conocer al Napoleón emperador y general del ejército francés, pero la película parece que nos acercará también a una perspectiva mucho más personal, en la piel de un Joaquin Phoenix que vuelve a trabajar con Ridley Scott más de veinte años después de Gladiator.

Sin embargo, hay un elemento verídico de la vida del famoso emperador que fue clave para entender su vida -y, especialmente, su muerte- que no estará presente en el filme, tal y como ha asegurado el propio director. Se trata de las hemorroides que sufría el general francés, fruto en gran medida de montar a caballo durante tanto tiempo y que según dicen los historiadores pudo ser uno de los causantes de su derrota en Waterloo, o desde luego de que Napoleón no mostrase su mejor versión en aquella batalla.

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“Intuimos que la historia podría haber sido diferente si Napoleón no hubiera tenido un ataque de hemorroides muy fuerte el día de Waterloo. ¿Has oído esto? Bien. Así que lo tenía en Waterloo, sentado en el retrete, y está lloviendo a cántaros fuera, y él hace sus necesidades. Se levanta, mira en el baño, hay sangre. Luego se pasa el día en la batalla, sudando y agonizando con las hemorroides. David (Scarpa, el guionista) me dijo: ‘¿No es bastante indigno?’ Yo le contesté: ‘Puede ser, pero es exacto’. Pero lo quitamos de la película porque distraía demasiado”, confiesa Ridley Scott.

La enfermedad que lo llevó a la muerte

Las hemorroides provocadas en gran medida por montar a caballo fueron solo uno de los muchos problemas que tuvo en su vida. El emperador francés pasó sus últimos días en la isla de Santa Elena después de ser desterrado por segunda vez tras el fracaso en Waterloo, y se dice que pasó varios años afectado por un problema glandular. Aunque hay quien dice que el Gran Corso sufría de cáncer de estómago, en los últimos años aparecieron nuevas teorías que aseguraban que el francés sufría el llamado síndrome de Zollinger-Ellison, una enfermedad glandular que en última instancia le llevó a desarrollar ciertos rasgos femeninos, tal y como descubrieron a su muerte.

No sabemos tampoco si la película ahondará en los últimos días de vida de Napoleón y de qué forma lo hará, pero a juzgar por las palabras de Scott se han querido meter de lleno en la cabeza del emperador aunque eso llevase descubrir todas sus enfermedades. La película, que contará también con Vanessa Kirby como su esposa Josefina, llegará a los cines el 24 de noviembre.

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