España tiene 8.131 municipios, según los datos del INE, y muchos de ellos están llamando la atención de la prensa internacional. Los editores de The New York Times quedaron fascinados con Urueña (Valladolid), el “pueblo más culto” de España por su tradición literaria y sus 11 librerías. Y Le Monde hizo lo propio con Riglos (Huesca), un pequeño pueblo al que incluyó en la lista de los mejores destinos para visitar el año pasado. ¿Los motivos? Una impresionante maravilla natural que parece sacada de otro mundo.
Nos referimos a los Mallos de Riglos, formaciones geológicas que llegan a alcanzar los 300 metros de altura y que dejan atónitos a quienes los visitan. “Recuerdan a edificios construidos por el hombre con la mezcla de piedras, argamasa y arcilla. La primera vez que los ves desde la carretera te preguntas si son reales”, explica el citado artículo del periódico francés escrito por el periodista Bénédicte Boucays.
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La orogenia alpina es el origen de la formación de los Mallos. Esta etapa de formación de montañas tuvo lugar hace unos 65 millones de años, justo coincidiendo con la creación de los Pirineos. Tal y como señala Turismo de Aragón, posteriormente se aislaron y adquirieron sus formas tan características debido a la acción del agua y a la erosión.
Referentes para escaladores y con múltiples rutas de senderismo
Su altura y tamaño ha convertido a los Mallos en un destino de referencia a nivel mundial para los escaladores. Y es que cuentan con alrededor de 200 vías de escalada. En este sentido, diversas empresas ofrecen escaladas guiadas para los menos experimentados por algunas de las vías más fáciles, como la del Águila Roja o la del mallo colorado. Los guías Jesús Ibarz (www.jesusibarzguiadeescalada.com) y Asier Pérez (asierperez.eus) presentan diferentes opciones de escalada en sus respectivas páginas webs para los aventureros que se animen a ascender los Mallos y contemplar vistas increíbles.
Por otro lado, las rutas de senderismo por los Riglos son diversas y se pueden consultar en la web de turismo de La Hoya de Huesca (www.turismo.hoyadehuesca.es). Una de las más recomendables es la ruta circular “Camino del cielo”. Se trata de un sendero de baja dificultad, con una longitud de 5,4 kilómetros y una duración que ronda las 2 horas y media y con parada en miradores espectaculares.
Además, se puede realizar en cualquiera de los dos sentidos y las vistas son impagables. Los expertos recomiendan llevar prismáticos para no perderse ningún detalle de los avistamientos de aves, entre las que se encuentran el quebrantahuesos, el águila roja y el buitre leonado.
Para los amantes de estos animales hay otra parada obligada en la zona. Se trata del Centro de Interpretación de Aves ARCAZ, lugar privilegiado para ver estos animales y con la posibilidad de ver imágenes emitidas por videocámaras. Eso sí, cabe señalar que en la actualidad este centro está cerrado temporalmente, por lo que habrá que esperar a su reapertura.
Qué ver en el pueblo de Riglos
La ruta “Camino de Cielo” y otras muchas tienen como punto de partido la localidad de Riglos. Este municipio situado a solo 45 kilómetros de Huesca (a 45 minutos por la carretera A-132), todavía cuenta con restos de la muralla fortificada que data originariamente de mediados del siglo XI.
El mayor atractivo del núcleo poblacional es la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Mallo. Fue construida en el siglo XVII y alberga obras escultóricas románicas.
Además, solo a cuatro minutos en coche se encuentra el Mirador de los Buitres. Sus vistas son incomparables, ya que se ven los Mallos de Riglos en su totalidad y todo el paraje natural que los rodea.
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