A los matemáticos no les salen las cuentas: el 64% de las plazas de las oposiciones para ser profesor no se han cubierto

De las 419 ofertadas en las oposiciones de junio, 269 han quedado desiertas, y eso que había más de 1.500 aspirantes. No pasa en ninguna otra asignatura. “Algo falla en las pruebas”, señalan desde CCOO

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Un grupo de opositores este año en las pruebas de la Comunidad de Madrid
Un grupo de opositores este año en las pruebas de la Comunidad de Madrid

La Comunidad de Madrid seguirá tirando de su bolsa de interinos para que los institutos de la región tengan profesores de matemáticas. La Consejería de Educación sacó en junio una oposición para cubrir 419 plazas. Se presentaron 1.580 personas. En principio, suficientes para que todas las plazas tuvieran nombre y apellidos, pero el 64% ha quedado vacante. Sin dueño.

“No es normal”, explica Isabel Galvín, secretaria general de Enseñanza de CCOO Madrid. “Algo pasa con las matemáticas, desde hace años. Es un problema estructural que vamos a analizar, porque hemos detectado que en las últimas convocatorias el porcentaje de aprobados es muy bajo. No pasa con otras materias”. De hecho, analizando las oposiciones de este año, ninguna plaza ha quedado desierta en las asignaturas de filosofía, lengua, inglés, música, educación física o francés.

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No así en matemáticas. De los 1.580 aspirantes que se presentaron, solo 163 pasaron la primera prueba. En la segunda se quedaron por el camino otros 13 candidatos y aprobaron 150. Por lo que 269 plazas se han quedado sin cubrir. “En matemáticas ha habido una escabechina”, señala Daniel, murciano de 26 años, unos de los 1.580 opositores que se presentaron este junio (él lo hacía por primera vez) y que cree que los criterios de evaluación en Madrid son “muy exigentes y poco claros”.

La oposición se distribuye en dos partes. En la primera hay dos pruebas: una teórica con 71 temas y otra práctica con problemas matemáticos a resolver. Luego se hace una media con los resultados de ambas pruebas. Si se saca más de un 5 se pasa a una segunda parte en la que los opositores presentan ante un tribunal una programación y una unidad didáctica, es decir, cómo desarrollarían una clase normal.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (Alejandro Martínez Vélez / EUROPA PRESS)
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (Alejandro Martínez Vélez / EUROPA PRESS)

La criba se produce en la primera parte, la teórica. Nadie se estudia obviamente los 71 temas. Es imposible. Yo llevaba preparados 31 temas. El examen consiste en un sorteo en el que salen cuatro bolas, cada bola es un tema, y de esos cuatro eliges uno. De las cuatro bolas que salieron, tres estaban entre los 31 temas que yo llevaba estudiados, por lo que elegí el que mejor llevaba preparado, pero obtuve un 3,2 de nota. Y eso que salí contento del examen”, explica Daniel, licenciado en matemáticas.

“En mi tribunal solo aprobaron 9 de 60 personas. No es normal. Hay una exigencia exagerada. No entiendo la razón. Los criterios de evaluación son poco claros. Porque los 71 temas no son temas cerrados, como pasa por ejemplo en la oposición a Policía Nacional. Son epígrafes de temas que tú desarrollas normalmente con temarios de academias. Luego cada tribunal te corrige con unos criterios muy vagos. Te dicen que desarrolles un tema con la suficiente profundidad, pero ¿qué significa profundidad?”, se lamenta Daniel.

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Merche es madrileña, tiene 51 años y ya lleva 12 años como interina trabajando como profesora en varios institutos de la región. También es licenciada en matemáticas y cree que las oposiciones están mal planteadas. “Se supone que todos los que nos presentamos tenemos ya unos conocimientos en la materia, ya que somos licenciados, y más los que somos interinos, que llevamos muchos años dando clase, luego si valemos para dar clase se supone que ya hemos demostrado que tenemos esos conocimientos”, señala.

Merche opina que la segunda prueba debería ser la primera, “que el tribunal te valorase en primer lugar tu programación, cómo das una clase. Y luego que se te valore el temario. Yo pude elegir este año un tema que encima me apasiona, vinculado a la computación, que en la carrera saqué con sobresaliente. Me han puesto un 3,7. No lo entiendo”. Para Isabel Galvín, de CCOO, este “sistema eliminatorio de oposiciones hace perder la posibilidad de incorporar a las plantillas a personas muy preparadas, y con un currículo y experiencia”. De las 2.761 plazas ofertadas en todo Madrid en las distintas materias, 502 se han quedado vacantes, de las que el 53% son de la especialidad de matemáticas

Pocos matemáticos

Los casos de Daniel y Merche no son la regla, sino más bien la excepción. Porque pocos licenciados en matemáticas se presentan realmente a estas oposiciones. Ahí puede estar otra de las causas que esté detrás del bajo porcentaje de aprobados. Cualquier licenciado en ciencias, arquitectos, ingenieros, físicos, químicos... puede hacer las pruebas. “Hay un déficit de matemáticos para ejercer la profesión de profesores de matemáticas”, explica José Luis Muñoz, presidente de la Sociedad Madrileña de Profesores de Matemáticas.

Varios estudiantes de un instituto de Paracuellos del Jarama, en Madrid. (EFE/Mariscal/Archivo)
Varios estudiantes de un instituto de Paracuellos del Jarama, en Madrid. (EFE/Mariscal/Archivo)

¿Por qué? “Porque los licenciados en matemáticas tienen muy buena y rápida salida laboral en el sector privado. Y pocos se decantan por la docencia. En mi departamento, por ejemplo, de cinco profesores solo dos somos matemáticos, hay una química y dos arquitectos. Y quizás el temario de las oposiciones es demasiado matemático, y exige un quehacer que otras especialidades no tienen”. Daniel y Merche no están de acuerdo. “Yo creo que los compañeros de otras especialidades de ciencias están igual de preparados. El problema es cómo están planteadas las oposiciones”, recalcan.

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