Netflix estrena este jueves 3 de agosto la serie documental Las últimas horas de Mario Biondo, que aborda la trágica muerte del cámara italiano el 30 de mayo de 2013 y la lucha posterior de sus familiares por demostrar que se trató de un asesinato. Los dos años de investigación y las más de 200 horas de grabación con las que se anunció este estreno se han materializado en tres episodios que, sin embargo, no aportan ninguna novedad en el caso y solo retratan a una familia desesperada que carga duramente contra Raquel Sánchez Silva, viuda de Biondo.
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Cabe recordar que este documental ha venido acompañado de una gran polémica incluso antes de su estreno. Y es que varias de las personas que ofrecieron su testimonio, entre ellos los padres y hermanos de Mario, quisieron retirar su participación al enterarse de que el exmánager de Raquel, Guillermo Gómez, está implicado en la producción ejecutiva de la docuserie.
blockquote class="twitter-tweet">10 años de investigaciones, más de 200 horas de grabación y un caso que ha dado la vuelta al mundo. La docuserie ‘Las últimas horas de Mario Biondo’, disponible el 3 de agosto. pic.twitter.com/rPSgb2rWXz
— Netflix España (@NetflixES) July 20, 2023
No obstante, las declaraciones de Santina, Pippo, Emanuela y Andrea Biondo se han mantenido en el documental, el cual ofrece un relato que evidencia la animadversión que los Biondo sienten hacia Sánchez Silva, a quien dedican frases como que “no era una mujer afligida” tras la muerte de su marido y hasta confiesan sentir “asco” de ella.
Más allá de evidenciar la condicionada postura de la familia y de señalar sus actos cuestionables contra la presentadora de Maestros de la Costura, lo cierto es que el documental pasa por alto las contradicciones de Raquel y los aspectos a los que los Biondo se han aferrado durante una década para pedir que se investigue qué le ocurrió a Mario.
1. Presuntas negligencias
Si bien es cierto que hasta ahora la justicia española ha dado la espalda a los Biondo, en Italia la justicia se inclinó por el asesinato: “Los elementos extraídos del expediente del Ministerio Público desmienten la tesis del suicidio y apuntan a que Biondo fue asesinado por una mano desconocida y posteriormente colocado en una posición capaz de simular un suicidio”, tal y como se recoge en el auto.
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El juez encargado del caso, Nicola Aiello, señaló entonces los posibles errores de los investigadores y del forense español que realizó la autopsia de Mario, quien no examinó el estómago ni abrió el cráneo en su examen. Sin embargo, el magistrado decidió cerrar el caso “por limitaciones procesales y la imposibilidad” de identificar a los culpables del presunto delito. Una “verdad que -escribía el juez- se hizo imposible de encontrar debido a los retrasos en la investigación atribuibles a las deficiencias de las investigaciones iniciales”, es decir, las realizadas en España.
En la sentencia, el juez también se refirió a las “innumerables contradicciones” de Raquel Sánchez Silva, por las que considera que se debieron efectuar escuchas telefónicas para esclarecer los hechos antes de dictaminar que se trataba de un suicidio.
2. Un cajero, un prostíbulo y un camello
Tras la muerte de su marido, Raquel Sánchez Silva rastreó su teléfono móvil, su ordenador y su cuenta bancaria en busca de respuestas, según defiende su exagente en la docuserie. La presentadora aportó datos como que Mario había retirado 170 euros en un cajero la noche de su muerte y que había llamado en repetidas ocasiones a una persona que probablemente se dedicara al menudeo de drogas. Además, el italiano pagó con su tarjeta varias copas en un local de alterne esa noche.
Este relato bastó para reconstruir las últimas horas de Mario Biondo antes de morir, pero nunca se comprobaron las imágenes del cajero en el que había hecho la retirada ni se encontró el dinero. Además, se verificó que el único número de teléfono que el italiano marcó en repetidas ocasiones esa madrugada, según consta en el registro de llamadas, fue el de su esposa. Ninguno de estos datos se mencionan en el documental.
3. El traficante Nacho Leonardi
Otro de los nombres a los que no se hace referencia en la serie de Netflix es el de Nacho Leonardi, un traficante italiano con el que Mario habría hablado la noche de su muerte y al que la viuda de Biondo aseguró no conocer. No obstante, los fiscales italianos descubrieron en el ordenador de la pareja una copia de seguridad del teléfono de la presentadora en la que había llamadas y mensajes entre ella y Leonardi.
Al ser preguntada por este asunto en su declaración en Italia, Raquel pidió amparo al juez, quien le indicó que debía responder, por lo que se limitó a decir que se trataba de su privacidad y que no recordaba dicho intercambio de mensajes.
4. El consumo de cocaína de Mario Biondo
Tras el hallazgo del cadáver de Mario, Raquel aseguró a los agentes de la Policía Nacional que su marido era consumidor habitual de cocaína, pero que llevaba tiempo intentando dejarlo porque querían ser padres y la droga afectaba a su problema de espermatozoides lentos. Según narró, le constaba que la última vez que Biondo había consumido había sido tres semanas atrás, aunque creía que se trataba de algo puntual.
Posteriormente, la periodista declararía lo siguiente ante los fiscales italianos: “Yo nunca le vi utilizar ningún tipo de droga. En Honduras [la pareja se conoció trabajando en ‘Supervivientes’], la gente que trabajaba allí me había dicho que Mario tonteaba en esa época con la droga. Pero durante nuestra convivencia, no”. Al ser señalada esta contradicción entre sus dos declaraciones, Raquel dijo que no recordaba lo que había dicho ante la policía española.
5. Una llamada crucial
Sobre las 13 horas del fatídico 30 de mayo, Raquel Sánchez Silva recibió una llamada en su teléfono. Era un compañero de Mario en MasterChef que tuvo que sustituirle ese día porque no se había presentado en el trabajo. El cámara quiso saber si Biondo estaba bien y llamó a su esposa, pero la presentadora le respondió que llevaba toda la mañana intentando contactar con él y no conseguía localizarlo.
Sin embargo, las únicas llamadas al fallecido que constan en el teléfono de Sánchez Silva aquel día son dos que se produjeron en torno a la una de la madrugada y una más a las 14:25 horas, más de una hora después de hablar con el compañero del cámara.
En sus dos declaraciones posteriores, Raquel mantendría que recibió la llamada del compañero de Mario sobre las cuatro de la tarde. Pese a que el trabajador de MasterChef había dicho que llamó a la presentadora pasadas las 13:00 horas, en 2016 cambió su relato y reconoció que ese contacto telefónico sí pudo haberse dado a las 16:00 horas.
6. ¿Cuándo llegó Raquel a Madrid?
Otro gran misterio que no se aborda en Las últimas horas de Mario Biondo es a qué hora llegó Raquel Sánchez Silva a su casa de Madrid. La periodista se encontraba en Plasencia desde la noche anterior y, al no poder contactar con su marido, llamó a su asistenta sobre las 16:00 horas para que se acercase al apartamento y comprobase si estaba en casa. Al llegar, la trabajadora encontró el cuerpo de Biondo colgado de la estantería y bajó corriendo a la calle para alertar a los vecinos.
La viuda afirma que salió de Plasencia en torno a las 17:00 horas y que, mientras conducía, habló con su asistenta por el manos libres para saber qué había ocurrido. Asimismo, declaró haber llegado a su domicilio sobre las 20:00 horas, pero tanto una vecina del portal como el propietario de un negocio aledaño sitúan a Raquel en el edificio a las cinco de la tarde.
Ninguno de los datos mencionados constan en los tres episodios de un documental cuyo relato se configura en torno a la figura de Raquel Sánchez Silva pese a que declinó participar en el mismo.
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