A solo tres kilómetros del centro de la ciudad de Palma de Mallorca y con una altura de 112,6 metros sobre el nivel de mar, se alza uno de los monumentos más interesantes para visitar en la isla: el castillo de Bellver. Su buen estado de conservación y sus vistas son sus principales atractivos. Desde lo alto de las torres se puede ver una bonita postal de la ciudad, el puerto y el mar.
Sus paredes están cargadas de historia. Ha visto crecer la ciudad de Palma y la isla al completo, mientras se llevaban a cabo numerosos cambios arquitectónicos pero también sociales. El paso de los años y los siglos ha hecho que un mismo castillo, dedicado a la residencia de los reyes durante la Edad Media, mantuviera prisioneros del bando republicano durante la Guerra Civil.
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De palacio real a prisión para los republicanos
El rey Jaime II de Mallorca mandó construir la fortaleza como residencia de los Reyes de Mallorca. Sus muros se levantaron entre 1300 y 1311, y es uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil y fortificada del gótico de Mallorca. Sirvió como residencia a muchos reyes de la isla, pero a partir de 1717 la construcción se convirtió en prisión militar, acogiendo a numerosos soldados enemigos. De 1802 a 1808, en una de las cámaras del primer piso estuvo prisionero Gaspar Melchor de Jovellanos, ministro de Hacienda y Justicia, bajo el reinado de Carlos IV.
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En 1821, el castillo fue convertido temporalmente en fábrica de moneda y su último periodo como prisión fue durante la Guerra Civil Española (1936-1938), cuando más de 800 republicanos estuvieron encarcelados. Muchos años más tarde, sería cedido al Ayuntamiento de Palma y reacondicionado como centro cultual.
Un castillo único en España
La disposición del castillo es singular y no se reproduce en ningún otro en todo el país. Tiene una concepción con planta circular y se organiza alrededor de un patio central, también circular, con cuatro grandes torres orientadas hacia los cuatro puntos cardinales. La llamada torre del homenaje está exenta del resto del conjunto y se comunica con el castillo con un puente de perfil ojival. El conjunto está rodeado por un foso debido a su carácter defensivo. El patio interior organiza las estancias en dos pisos: el inferior destinado a servicios y abastecimiento y la planta noble donde se ubicaban las habitaciones de la familia real, las salas oficiales y la capilla de San Marcos.
La planta baja aloja el Museo de Historia de la Ciudad, que permite conocer la historia de Palma desde la Prehistoria hasta el siglo XX a través de los restos conservados, maquetas y paneles explicativos. En la primera planta se encuentra la colección de escultura clásica y epigrafía romana del obispo Antoni Depuig. Y también se pueden visitar a lo largo del recorrido la habitación donde fue encarcelado Jovellanos. En la terraza superior aún se pueden apreciar las paredes pintadas por los presos durante la Guerra del Francés (1818-1814) y disfrutar de unas bellas vistas de la ciudad y la bahía de Palma.
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Visitar el castillo de Bellver: precio y horarios
Para algunos, el mejor día para conocer la histórica fortaleza es el domingo, ya que es gratuito. Sin embargo, tiene el inconveniente de que solo abre en turno de mañanas, de 10:00 a 15:00 y que hay muchos más visitantes.
El resto de días el año, el horario de martes a sábado, desde abril hasta septiembre, es de 10:00 a 19:00 horas; y desde octubre hasta marzo es de 10:00 a 18:00. La entrada general cuesta cuatro euros. Para los jóvenes entre 14 y 18 años, pensionistas y jubilados, el precio es de dos euros.
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