Luis Miguel ya se encuentra en Buenos Aires, donde este jueves 3 de agosto inicia su gira por América. El cantante actuará durante 10 noches seguidas en el Movistar Arena de la capital argentina, donde ha colgado el cartel de ‘sold out’ para todas las fechas. El artista aterrizaba hace unos días en la ciudad acompañado de Paloma Cuevas, quien se aloja junto a él en uno de los hoteles más exclusivos de la zona.
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La empresaria y ‘El sol de México’ mantienen una discreta relación y apenas se dejan ver juntos, incluso llegan por separado a los eventos a los que acuden para evitar que capten imágenes en pareja. Quizás por eso se han decantado por el Hotel Faena en el barrio de Puerto Madero, un lujoso establecimiento donde cuentan con todo tipo de comodidades sin tener que salir de la habitación.
Este hotel de cinco estrellas ocupa toda una manzana, fue construido en 2004 y reformado cinco años después. Entre las modalidades de habitación que ofrece a sus huéspedes, el precio de la más lujosa asciende a casi 11.000 euros la noche. Se trata de la Suite Faena, una espaciosa estancia de dos dormitorios en la que la pareja podrá disfrutar de espectaculares vistas panorámicas de Buenos Aires.
Según se describe en la web del hotel, esta suite “encarna el estilo genuino y la visión creativa de su propietario, Alan Faena”. La habitación se describe como un “santuario cosmopolita” en cuyos rincones se pueden encontrar “obras de arte contemporáneas de artistas locales, diversas bibliotecas, antigüedades y recuerdos artesanales de todo el mundo”.
Además, Luis Miguel y Paloma ni siquiera tendrán que juntarse con el resto de huéspedes en el restaurante, pues la suite cuenta con su propia cocina y comedor, así como con un vestidor y una cómoda sala de estar.
Las exigencias de Luis Miguel
Más allá de las comodidades que el hotel puede ofrecer a Luis Miguel y Paloma Cuevas durante su estancia en Argentina, han trascendido las supuestas exigencias que el artista ha trasladado al establecimiento para sentirse como en casa.
Según ha desvelado el periodista Robertito Funes, el artista ha exigido que se clausure la planta del hotel en la que se aloja, así como que en su habitación haya “sábanas blancas, velas blancas, limones y sobre todo velas aromáticas”. Además, Luis Miguel se ha llevado su propio agua, ya que habitualmente consume la misma marca y no se puede adquirir en Buenos Aires.
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