Este jueves 3 agosto llega a Netflix la docuserie que busca tratar una de las muertes más enigmáticas y polémicas de los últimos años, la de Mario Biondo. De la mano de Las últimas horas de Mario Biondo, el gigante audiovisual pretende arrojar algo de luz a esta caso que lleva diez años acaparando titulares y que no deja de salpicar a la viuda del desaparecido cámara italiano, contra quien su familia vive en permanente conflicto, pese al silencio de ella.
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El pasado 30 de mayo se cumplió una década de la muerte de Biondo, una noticia que paralizó tanto a su Italia natal como a España, donde era conocido por ser el marido de la presentadora Raquel Sánchez Silva, quien en aquel momento se encontraba en gran momento de popularidad. Según se conocía, el camarógrafo fue encontrado sin vida en el piso que compartían en el centro de Madrid y, tras las investigaciones pertinentes, las autoridades dictaminaron que se había suicidado.
Su familia, capitaneada por Santina y Pippo, los padres de Mario, no aceptó el resultado y desde entonces han recurrido a investigadores, criminólogos y a la propia justicia italiana para intentar demostrar que fue asesinado. En un primer momento, sus deseos se vieron cumplidos y, siete meses después del entierro, el cuerpo fue exhumado para volver ser analizado y dos fiscales viajaron hasta Madrid para interrogar a todos los testigos del caso. De forma paralela, los Biondo contrataron a dos forenses que reconstruyeron su muerte y sentenciaron que la posición de su cuerpo “sería incompatible con un posicionamiento voluntario en el ámbito de una dinámica suicida; y las fuerzas físicas en juego no habrían permitido que la cabeza apareciese en la posición en que se encontró”.
El recurso de apelación de los italianos no llegó a más altas escalas y en junio de 2016 la Audiencia Provincial cerró el caso. Pero la familia del joven palermitanio, lejos de darse por vencida, logró que en 2018 el cuerpo volviera a exhumarse para una tercera autopsia que se realizó en el Instituto Anatómico del Policlínico de Palermo. Casi un año después los profesionales que trabajaron en ella sentenciaron que Mario Biondo no se quitó la vida de forma voluntaria. Finalmente, la justicia italiana cerró el caso en agosto de 2022, inclinándose por el homicidio doloso como causa del fallecimiento.
Datos informáticos
A las pruebas físicas realizadas al cuerpo del cámara, hay que añadir las tecnológicas, las cuales tienen también un gran peso en la hipótesis apoyada por los padres de Mario. Contrataron a una empresa llamada Emme Team, experta en tecnología, que analizó tanto las redes de la vivienda como el ordenador de su hijo. En su informe desvelaron que alguien había alterado los datos de los dispositivos electrónicos de Mario y que había “diferencias” entre las copias de seguridad guardadas en su móvil y ordenador con las almacenadas en los equipos.
Por otro lado, se descubrió que la noche de la muerte de Mario Biondo se conectaron al wifi de la casa dos móviles que entraron en Facebook y Twitter. Además, la empresa aseguró que tenía los nombres de esos dos usuarios.
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